Con una rica tradición agropecuaria, este pequeño paraíso destaca especialmente por su ganadería. Este pueblo está formado por varios caseríos que, desde la Edad Media, se constituyeron como núcleos de población, enriqueciendo su historia y cultura.

Historia y patrimonio

Las primeras menciones históricas de Cieza datan del siglo XIV, con referencias al castillo de Cieza, que pertenecía a Garcilaso I de la Vega. Este castillo, aunque en ruinas, es un símbolo de la herencia medieval del municipio y ofrece una vista panorámica del valle que lo rodea. Explorar las ruinas del castillo permite a los visitantes imaginar la vida en tiempos pasados y disfrutar de un entorno natural impresionante.

Entre los monumentos de interés se encuentra la iglesia parroquial de Villayuso, construida en el siglo XVIII. Su diseño presenta bóvedas de terceletes y una espadaña de dos alturas, rodeada de una necrópolis medieval que añade un aire de misterio a la zona. Además, la ermita del Carmen, con su única nave y ábside rectangular, alberga un pequeño retablo popular del siglo XVII, otro tesoro arquitectónico que los visitantes no deberían perderse.

Las joyas de collado y villasuso

Cieza está compuesta por tres pueblos: Villayuso, Villasuso y Collado. En Collado, se puede admirar la iglesia parroquial, que también data del siglo XVII y refleja el estilo barroco-montañés característico de la región. Las casas del siglo XVII que salpican el municipio ofrecen un vistazo a la arquitectura tradicional cántabra, con un cuidado especial en su conservación y embellecimiento.

La casona blasonada de los Díaz de Quijano, situada en Villayuso, es otro punto de interés. Este edificio, que data del siglo XVII, no solo es un ejemplo de la arquitectura noble de la época, sino que también representa la historia de una familia influyente en la región. Los escudos heráldicos que adornan la fachada narran historias de poder y prestigio que merecen ser descubiertas por los visitantes.

Entorno natural y paisajístico

Cieza se encuentra en el Parque Natural Saja-Besaya, un área protegida de gran valor natural que abarca 24,500 hectáreas. Este entorno proporciona un paisaje de montañas verdes y valles cerrados, que invitan a la exploración y el disfrute de la naturaleza. El parque es hogar de una rica biodiversidad, y su fauna y flora son un atractivo para los amantes de la naturaleza y los fotógrafos.

El municipio también es parte del Alto Besaya, que incluye a otros municipios como Anievas y Arenas de Iguña. Para llegar a Cieza, los visitantes deben atravesar un corto desfiladero o recorrer caminos de media montaña, lo que le confiere un carácter aislado pero accesible. Esta singularidad geográfica hace de Cieza un lugar tranquilo, donde el bullicio de la vida moderna parece quedar atrás.

Un valle con identidad

El lema del municipio, "aut Cieza, aut nihil" (o Cieza, o nada), refleja el orgullo de sus habitantes por su hogar. Este valle, lleno de verdor y belleza, es un lugar donde la historia y la naturaleza se entrelazan, creando un ambiente perfecto para los amantes del turismo rural y la historia. Los paisajes idílicos que rodean Cieza son ideales para el senderismo y la observación de aves, convirtiéndose en un destino perfecto para los ecoturistas.

La vida rural 

La vida en Cieza gira en torno a la actividad agropecuaria, que sigue siendo el motor económico del municipio. Los campos verdes, llenos de ganado y cultivos, son un testimonio de la conexión profunda que los habitantes tienen con su tierra. Los mercados locales ofrecen productos frescos y artesanales, permitiendo a los visitantes degustar los sabores auténticos de la región.

Gastronomía y cultura

La gastronomía de Cieza es un reflejo de su rica herencia agrícola. Platos tradicionales como el cocido montañés, las quesadas y los sobaos son solo algunas de las delicias que los visitantes pueden disfrutar. Además, las festividades locales, como la celebración de San Tirso en Villayuso, permiten a los visitantes sumergirse en la cultura y tradiciones del lugar, creando un vínculo aún más profundo con la comunidad.

Un destino turístico en crecimiento

A medida que Cieza se va consolidando como un destino turístico, se han desarrollado iniciativas para promover el patrimonio y los recursos naturales de la región. Rutas guiadas, talleres de artesanía y actividades en la naturaleza son solo algunas de las propuestas que enriquecen la experiencia del visitante.

Con cada rincón que se descubre, se siente la esencia de un lugar que, aunque pequeño, está lleno de vida y significado. Los visitantes son recibidos con los brazos abiertos por una comunidad que valora su historia y se esfuerza por preservarla para las futuras generaciones.

Cieza es un destino que combina historia, naturaleza y tradición, invitando a los visitantes a sumergirse en su rico patrimonio. Con un entorno natural impresionante, un legado histórico fascinante y una comunidad acogedora, Cieza se presenta como un lugar ideal para aquellos que buscan escapar del ritmo frenético de la vida moderna. Ven a explorar Cieza, y descubre por qué este municipio es un verdadero tesoro de Cantabria. La magia de este valle te espera, ofreciendo una experiencia única y memorable.