El Racing de Santander firmó una victoria histórica al derrotar al Castellón en Castalia, pero si hubo un nombre propio en el partido fue el de Jokin Ezkieta. El guardameta cántabro, con una actuación soberbia, fue clave para mantener su portería imbatida en un duelo donde el Castellón buscó el gol hasta el último minuto. Gracias a su seguridad bajo palos, el Racing no solo sumó tres puntos, sino que se consolidó como líder en solitario de la categoría, rompiendo el maleficio de no haber ganado nunca en ese estadio.

San Jokin, un muro en Castalia

Aunque el Racing ha mostrado un salto cualitativo en defensa con jugadores como Michelin, Montero y Javi Castro, el verdadero protagonista sigue estando en la portería. Jokin Ezkieta, con intervenciones que recordaron a los mejores días de Iker Casillas, fue determinante para el equipo cántabro. Menos exigido de lo habitual, Ezkieta volvió a demostrar su capacidad para salvar al Racing en los momentos más críticos. Su actuación fue tan destacada que la afición ya lo aclama como "San Jokin", una muralla impenetrable que ha sido clave en esta racha de cuatro victorias consecutivas.

Un Racing más ambicioso, con un guardián de otro nivel

El equipo dirigido por José Alberto ha tomado nota de los errores del pasado. Si la temporada anterior los goles encajados les alejaron del playoff, este año la solidez defensiva, liderada por Ezkieta, ha sido su gran fortaleza. Pese a no haberse convertido en un equipo más conservador, el Racing presiona alto, deja espacios atrás, pero sabe que cuenta con un portero que está para parar y lo hace cuando más se le necesita. Jokin Ezkieta es, sin duda, el seguro de vida de un Racing que aspira a lo más alto.

Confianza plena en Jokin y en el futuro del Racing

La actuación de Ezkieta ha permitido al equipo santanderino mantenerse invicto y soñar en grande. Con un portero en estado de gracia, el Racing ha conseguido no solo puntos importantes, sino también una confianza defensiva que parece infranqueable. El reto ahora es mantener ese nivel y seguir contando con las manos milagrosas de San Jokin, el guardián de Castalia.