Cada vez más, en la ceremonia de su Primera Comunión, los niños reciben dispositivos electrónicos en lugar de regalos religiosos, una tendencia que ha generado preocupación y debate entre expertos y padres por igual.

La organización Pantallas Amigas, dedicada a la promoción del uso seguro de Internet, ha emitido una declaración en la que plantea una serie de preocupaciones sobre esta práctica emergente. Según ellos, regalar móviles o consolas en un evento religioso tan significativo plantea varios problemas que merecen atención y reflexión.

Uno de los puntos clave que destaca la organización es que no es la edad adecuada para introducir a los niños en el mundo digital. La Primera Comunión es un momento de transición importante en la vida de un niño, pero es crucial considerar si recibir un dispositivo electrónico es lo más adecuado en este contexto.

Además, Pantallas Amigas argumenta que existen otras alternativas de regalos que pueden fomentar valores religiosos y proporcionar una experiencia más significativa para el niño. Desde rosarios misioneros hasta libros de oraciones ilustrados, hay una variedad de opciones que podrían ser más apropiadas y enriquecedoras en términos espirituales.

Otro aspecto que se plantea es la responsabilidad parental asociada con el regalo de dispositivos electrónicos. Ofrecer un teléfono o una consola implica no solo proporcionar un objeto material, sino también asumir la responsabilidad de supervisar y guiar el uso adecuado de la tecnología, lo cual puede ser un desafío considerable.

Además, Pantallas Amigas destaca que regalar tecnología en la Primera Comunión puede dificultar el desarrollo saludable de los niños. El exceso de tiempo frente a pantallas puede afectar negativamente su salud mental, su capacidad para socializar y su rendimiento académico.

En contraposición a esta tendencia, la organización sugiere alternativas más tradicionales y significativas, como medallas religiosas, cruces, o libros que promuevan la reflexión espiritual y el crecimiento personal.

En resumen, la tendencia creciente de regalar dispositivos electrónicos en la Primera Comunión plantea una serie de preocupaciones válidas que merecen una reflexión cuidadosa por parte de padres, educadores y líderes religiosos. Es importante considerar el impacto a largo plazo de estas decisiones en el desarrollo y bienestar de los niños.