Mientras tanto, la víctima se ha ratificado en su denuncia, aunque le costó «mucho» interponerla debido a una fuerte dependencia emocional hacia él.

La joven ha expresado que entre los primeros episodios denunciados y el tercero, pasó un año durante el cual se sintió obligada a mantener relaciones con él para no perderlo, debido a la dependencia emocional que sentía. Además, ha señalado que el acusado disfrutaba haciendo daño y viéndola llorar, comparándolo con un cáncer que la afectó profundamente.

Tras las declaraciones de ambas partes, el fiscal ha mantenido su petición de 18 años de prisión por dos delitos de abuso sexual y uno de agresión sexual en la modalidad de violación, junto con una indemnización de 9.000 euros. Por su parte, la acusación particular ha elevado su solicitud a 20 años de prisión y 71.680 euros de indemnización.

Los hechos denunciados ocurrieron entre septiembre de 2021 y noviembre de 2022. En dos ocasiones, el acusado, a pesar de la negativa de la víctima, la agredió sexualmente introduciéndole su pene en la boca y los dedos en la vagina. El tercer episodio tuvo lugar en un callejón cerca de una discoteca, donde la inmovilizó y la agredió sexualmente.

La joven ha descrito la relación como «intermitente» y ha afirmado que todos los encuentros sexuales fueron consentidos, excepto los denunciados. En el primer episodio, ella se sintió inmovilizada y agredida, aunque logró escapar. Sin embargo, en encuentros posteriores, el acusado intentó nuevamente abusar de ella, generándole miedo y angustia.