La comunidad cántabra se ha visto sacudida por una serie de incidentes mortales en sus carreteras, registrando tres fallecimientos en menos de una semana, un sombrío recordatorio de la fragilidad de la vida en el asfalto y la imperiosa necesidad de reforzar medidas de seguridad vial.

El más reciente suceso, ocurrido el lunes 6 de mayo a las 08:20 horas en la Autovía S-10, sentido Santander, involucró a seis vehículos en un choque múltiple que culminó trágicamente con la muerte de una mujer de 73 años, oriunda de Navajeda (Entrambasaguas). Tras ser gravemente herida, fue trasladada al Hospital Universitario Marqués de Valdecilla, donde lamentablemente sucumbió a sus lesiones. Este accidente no solo se cobró una vida, sino que también dejó a otras tres personas con heridas leves.

Equipos de emergencia, incluidos Bomberos de Santander, la Guardia Civil y personal de Mantenimiento de Carreteras, se movilizaron rápidamente hacia el lugar para atender a las víctimas y gestionar la complicada escena del accidente, que además provocó significativas retenciones de tráfico durante varias horas.

El primer accidente de esta fatal serie ocurrió el miércoles 1 de mayo, cuando un hombre de 51 años, residente en Santander, encontró la muerte en Santillana del Mar. La tragedia tuvo lugar en la Carretera Autonómica CA 131, donde su motocicleta colisionó frontalmente con un turismo. El impacto fue tal que el motorista murió instantáneamente, mientras que el conductor del coche sufrió heridas leves.

La tercera víctima fatal fue una mujer que perdió la vida en la madrugada del domingo 5 de mayo en Liencres, tras un violento choque contra un poste eléctrico que además provocó el incendio del vehículo. El accidente, que sucedió alrededor de las 3:30 horas, activó una respuesta inmediata de los servicios de emergencia, quienes se enfrentaron a la urgente tarea de controlar las llamas y rescatar a las víctimas.

Estos sucesos consecutivos han puesto de relieve la necesidad urgente de abordar la seguridad en las carreteras de Cantabria, una preocupación que se extiende entre las autoridades y la ciudadanía. El Gobierno regional, junto con cuerpos de seguridad y equipos de rescate, están revisando estrategias de prevención y control para evitar que se repitan estos trágicos incidentes.

La comunidad, aún en shock por la rapidez y gravedad de estos eventos, espera que las investigaciones en curso arrojen luz sobre las causas y permitan implementar soluciones efectivas para garantizar una mayor seguridad en las rutas de la región.