Acusado de abusar de sus sobrinas niega los tocamientos en el juicio

Santander, 22 feb (EFE).- El acusado de realizar tocamientos durante al menos tres años a dos de sus sobrinas, para el que la Fiscalía pide 11 años de prisión por un delito de abuso sexual continuado, ha negado los hechos y ha asegurado que “nunca” se quedó solo con las niñas.

Santander, 22 feb (EFE).- El acusado de realizar tocamientos durante al menos tres años a dos de sus sobrinas, para el que la Fiscalía pide 11 años de prisión por un delito de abuso sexual continuado, ha negado los hechos y ha asegurado que “nunca” se quedó solo con las niñas.

Así lo ha declarado en el juicio celebrado este martes en la Audiencia de Cantabria, en el que ha afirmado que tenía una relación “excelente” con las menores y que nunca les dejó su móvil para que jugaran.

El hombre ha relatado que se juntaban hasta trece personas en casa de los abuelos, y que era normal que todos estuvieran en el salón, pero, ha insistido, "nunca" se quedaban solos, algo que ha señalado también su pareja y tía de las supuestas víctimas en su declaración.

El acusado ha afirmado que meses antes de la denuncia empeoró su relación con la familia, por motivos económicos relacionados con una finca propiedad de su pareja y sus hermanos, un conflicto que han negado el resto de familiares.

Las dos menores han declarado a puerta cerrada durante más de media hora, pero sí han declarado de forma pública los padres de cada una de ellas, que han relatado cómo se enteraron de los supuestos tocamientos.

Los familiares han señalado que, hasta 2019, las menores mantenían una relación normal con el acusado y los padres de una de ellas conocieron los hechos a través de su hija en octubre de ese año.

Los padres de esta niña han asegurado que les pidió que no contaran nada a nadie, ni siquiera a los padres de la otra víctima, y "enfrentarse" ella al acusado.

Finalmente, las supuestas víctimas y sus padres confrontaron al presunto agresor en diciembre de 2019, cuando se enteró el resto de la familia de esos supuestos abusos.

Se ha visionado un vídeo que grabó la familia en ese momento, cuando se revelaron los supuestos abusos y le reprocharon al acusado los hechos que se le imputan, para posteriormente denunciarle.

Según el relato de las menores, recogido en el escrito de acusación de la Fiscalía y corroborado por los familiares que han testificado en el juicio, el acusado dejaba su teléfono móvil a las niñas habitualmente después de las comidas familiares en esa casa de los abuelos.

En esos momentos, cuando las niñas tenían entre seis y ocho años, el acusado se tumbaba supuestamente encima de ellas y se "restregaba" o les tocaba el culo, con el pretexto de que les estaba dando un masaje y también les enseñaba fotos de personas desnudas.

Además, una de las niñas relató un incidente durante una noche en la que se quedó a dormir en la casa, en el que el supuesto agresor le introdujo la mano en los genitales, tras lo cual la niña salió corriendo a su habitación.

RELATO CREÍBLE

La psicóloga y la trabajadora social que atendieron a las menores han considerado que su relato coincidía en lo esencial y han valorado que es creíble.

Las técnicos que han tratado a una de las menores posteriormente han señalado que ha tenido que ser atendida en un centro de día por varios intentos de suicidio, depresión y trastorno disociativo, que han considerado que es compatible con un episodio traumático de abuso sexual en la infancia.

La defensa ha aportado a última hora un informe pericial que ha cuestionado esos informes desde el punto de vista científico y ha puesto en duda los procedimientos aplicados por los técnicos.

El Ministerio Fiscal ha mantenido la petición de once años de prisión por dos delitos continuados de abuso sexual, además de libertad vigilada durante otros cinco años, la prohibición de comunicar y acercarse a las menores durante siete y una indemnización de mil euros a cada una.

La Fiscalía ha considerado probados los hechos y que ha quedado demostrado que no existe ningún ánimo espurio por parte de las menores, que su relato es creíble y que han coincidido en lo esencial.

En sus conclusiones, la defensa ha opinado que sí existe un ánimo espurio por parte de la familia, por el tema de la finca compartida y que el resto de familiares han promovido una mentira y están usando a las niñas para perjudicar al acusado.

Además, ha opinado que los hechos no han quedado acreditados, por lo que ha pedido la absolución del hombre.

La acusación particular ha considerado "absurda" la teoría de que los padres de la menor se hayan inventado la historia y ha mantenido su petición de pena, igual que la de la Fiscalía, además de una indemnización de 6.000 euros por el daño psicológico y moral a una de las niñas y 3.000 euros por el daño moral a la otra. EFE

1012029

pac/lcj