Blanca Busquets: "Mi padre fue uno de los empresarios amenazados por ETA"

Barcelona, 18 ene (EFE).- La escritora Blanca Busquets acaba de publicar su undécima novela, "Constel·lacions", protagonizada por una familia, con un abuelo centenario, aficionado a las estrellas, y un hijo, Quim, que durante años ocultó los motivos que le llevaron a abandonar de forma precipitada el País Vasco, donde vivió unos años.

Barcelona, 18 ene (EFE).- La escritora Blanca Busquets acaba de publicar su undécima novela, "Constel·lacions", protagonizada por una familia, con un abuelo centenario, aficionado a las estrellas, y un hijo, Quim, que durante años ocultó los motivos que le llevaron a abandonar de forma precipitada el País Vasco, donde vivió unos años.

En rueda de prensa, Busquets ha querido dejar claro este martes que, aunque la historia tiene una raíz autobiográfica, y es su libro más personal, ha inventado lo que ocurre en la trama, aunque no ha escondido que su padre, Josep Maria Busquets, un ingeniero textil y hombre de cultura, fue uno de los empresarios catalanes amenazados por ETA, y que incluso recibió un ultimátum.

Su progenitor, a finales de los años sesenta, montó una empresa de hilaturas cerca de Pamplona y toda la familia residió en Navarra durante unos años, marchando del lugar, prácticamente de un día para otro, en 1972, después de que les aconsejaran irse y desaparecer del sector industrial.

Sin embargo, Blanca y sus siete hermanos nunca supieron las razones exactas de esa precipitada partida y fue a raíz de la novela "Patria", de Fernando Aramburu, cuando su padre reconoció que de haberse quedado viviendo allí, igual sólo le quedaban seis meses de vida.

En la novela, publicada por Proa y en la que las constelaciones tienen su peso, la peripecia vital de Quim tiene su protagonismo, con secretos guardados que no se desvelarán hasta el final, porque no quiere que trasciendan las amenazas que recibía, cada vez más explícitas, de ETA.

Blanca Busquets rememora que, aunque tenía apenas once años cuando dejaron Pamplona, sí "me habían remarcado que si alguien me paraba por la calle, arrancara a correr", pero nunca supo que su padre llegó a contar con la protección de la Guardia Civil o que ella y sus hermanos, de regreso a Barcelona, eran vigilados a la salida del colegio para que no les pasara nada.

Tampoco ha ocultado que su padre revisó el original para que tuviera una mayor verosimilitud y que, por ejemplo, en una de las correcciones que hizo precisó que cuando partieron de Pamplona lo hicieron prácticamente sin dinero en el bolsillo, y tampoco lo recuperaron en Barcelona, porque en aquel momento sólo se podía extraer de la sucursal junto a la que residías y a su progenitor le dio miedo ir a la de Pamplona por si eso ponía al descubierto su intención de marchar.

En cuanto a lo que les dijeron a los pequeños de la familia sobre regresar a Barcelona, a pesar que era lo que querían todos, es que su padre dejaba la fábrica porque no estaba de acuerdo con la forma con la que se quería gestionar.

Con el paso del tiempo, también han sabido que unos encapuchados de ETA llegaron a entrar en la casa del presidente del consejo de administración de la fábrica de su padre, que tenía doce hijos, y que al encontrarse con tantos niños se dijeron entre sí: "vayámonos".

En cuanto a la parte de la novela que tiene que ver con la astronomía, Busquets reconoce que no era nada aficionada a la materia, pero que desde hace un tiempo, con la ayuda de un compañero de Catalunya Ràdio, donde trabaja, Emili Capella, ha ido adentrándose por entre las constelaciones y pensó que en su nueva novela las estrellas deberían ligar a los diferentes personajes. EFE

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