La buena comunicación del diagnóstico baja la ansiedad de pacientes de cáncer

Madrid, 3 feb (EFE).- Dar diagnósticos de cáncer en un pasillo o en un espacio inadecuado, desatender las inquietudes del paciente, o no transmitir esperanza y confianza son errores que, por desconocimiento, cometen los oncólogos y acaban repercutiendo en la salud de sus pacientes. Un estudio muestra que la ansiedad se reduce cuando la comunicación es buena.

Madrid, 3 feb (EFE).- Dar diagnósticos de cáncer en un pasillo o en un espacio inadecuado, desatender las inquietudes del paciente, o no transmitir esperanza y confianza son errores que, por desconocimiento, cometen los oncólogos y acaban repercutiendo en la salud de sus pacientes. Un estudio muestra que la ansiedad se reduce cuando la comunicación es buena.

Así lo ha demostrado un proyecto de formación en comunicación impulsado por la Fundación Vitris en el que han participado oncólogos de cinco hospitales de la Comunidad de Madrid y que ha permitido comprobar que, incluso en medio de una pandemia, los pacientes que han recibido su diagnóstico después de que sus médicos aprendieran a comunicar sufren menos ansiedad.

El proyecto, que se ha presentado en una rueda de prensa en Madrid coincidiendo con el Día Mundial Contra el Cáncer que se celebra este viernes, 4 de febrero, ha medido por primera vez cómo valoran los pacientes el modo en que los oncólogos les comunican sus diagnósticos y cómo se reduce la ansiedad y la depresión cuando la comunicación es correcta.

La formación ha consistido en un curso de tres horas; ahora se tratará de llevar a oncólogos de toda España mediante una herramienta tecnológica que incluirá vídeos, audios e incluso un "chatbot" que recordará a los médicos cómo hay que actuar.

"La comunicación médico-paciente es un elemento clave. Cómo se transmiten las malas noticias va a tener un impacto muy importante en cómo se afronta la enfermedad y su calidad de vida", ha explicado en rueda de prensa María Ángeles Pérez, jefa de Sección del Servicio de Oncología Radioterápica del Hospital 12 de Octubre, que reclama que esta formación se amplíe a todas las especialidades.

"Todos los pacientes recuerdan cuándo se les dijo, cómo se les dijo, si entraba alguien en la consulta e interrumpía... Se paraliza la vida cuando te diagnostican una enfermedad grave", ha añadido Santos Enrech, del Servicio de Oncología Médica del Hospital de Getafe, que ha incidido también en lo complicado que es para un médico dar malas noticias a los pacientes.

Tal y como ha señalado la psicóloga Marta Redondo, responsable de la formación, el programa ha tenido muy buena acogida entre los oncólogos ya que son médicos especialmente sensibilizados con la parte emocional, y ahora el reto es hacerlo extensible a otras especialidades.

De hecho, en la mayoría de los casos la primera información diagnóstica recibida por los pacientes participantes en el estudio no procedía de los oncólogos sino de otros especialistas.

En este estudio participaron 48 oncólogos de los hospitales madrileños 12 de Octubre, Getafe, Fuenlabrada, Severo Ochoa de Leganés y Clínico San Carlos así como 93 pacientes en la primera fase y 69 en la segunda. Los primeros recibieron la información sin que sus doctores hubieran realizado la formación y los segundos una vez que ya sabían cómo comunicar.

Pese a que el segundo grupo fue evaluado en mitad de la pandemia del coronavirus y el primero antes, se detectó un cambio relevante en el impacto emocional de los pacientes y en los niveles de ansiedad, que se redujeron a la mitad, además de una reducción de dos puntos con respecto a la depresión.

Además, también los oncólogos respondieron que habían aprendido a planificar mejor el abordaje de la comunicación difícil. EFE

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