Castro avisa de la "dificultad del partido" en Zagreb pese al 3-1 de la ida

Zagreb, 23 feb (EFE).- El presidente del Sevilla, José Castro, afirmó que su equipo no ha "hecho nada aún" en la Liga Europa pese a que "el resultado en casa" (3-1) de la eliminatoria de dieciseisavos de final que se definirá este jueves en Zagreb frente al Dinamo "fue bueno", si bien advirtió "de la dificultad del partido".

"Vamos a sufrir y vamos a afrontar el partido pensando que no tenemos ventaja. Lo contrario sería un suicidio. Tenemos mimbres suficientes para pasar a octavos, pero seguro que ellos piensan lo mismo de cara a levantar la eliminatoria", manifestó este miércoles Castro a los periodistas españoles desplazados a la capital croata.

El dirigente sevillista no quiso referirse al duelo de rivalidad del domingo contra el Betis porque "el derbi y el partido de mañana son distintos, la Liga hay que aparcarla" porque "ahora toca la Europa League, ya habrá tiempo para hablar de un partido en el que se miden el segundo y el tercero de la competición doméstica".

A Castro no le inquieta la crisis de resultados que atraviesa el Sevilla en Liga, aunque "es verdad que de los cinco últimos partidos", los de Lopetegui han "empatado cuatro", porque opina que "a todos los equipos le llegan momentos de no tener fortuna, de no tener acierto o malas rachas. Son cosas normales".

El mandatario blanquirrojo, no obstante, recordó que "la temporada es extraordinaria" porque su equipo marcha "segundo, con una ventaja relativa sobre el tercero, el cuarto y el quinto", por lo que su "único objetivo ahora es recuperar efectivos" para volver "a la senda de victorias".

Castro estima que "no es normal tanta lesión" y aunque no falta "quien dice que hay que investigarlo, la realidad es que muchas" de estas bajas se deben "a golpes, como Lamela, Suso o Fernando", si bien los últimos "tres meses han sido complicados entre lesiones y covid, porque han tenido que jugar siempre los mismos".

El presidente del Sevilla expresó, por otra parte, su "respeto por el colectivo arbitral", ya que admite que "arbitrar es muy difícil", a pesar de que puede "estar enfadado por momentos como la expulsión de Koundé" del domingo, una decisión que "perjudicó en ese partido y de cara al próximo".

Sin embargo, Castro defiende la teoría de que "los errores y los aciertos se acaban compensando", de modo que su receta es "jugar los partidos, intentar ganarlos y olvidarse de los árbitros" en los que deposita "toda la confianza", como corresponde a la "categoría propia de este club".

De cara al derbi del domingo, el mandatario hispalense pidió "echar el balón al suelo para no alentar a ningún loco" y él está dispuesto a "rebajar la tensión" con los dirigentes del Betis aunque "no habrá comida" entre consejero "pero no por nada, sino porque no las está habiendo a causa del covid". EFE

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