La CDU alemana se reagrupa en oposición, sin Merkel y con el derechista Merz

Berlín, 22 ene (EFE).- La Unión Cristianodemácrata (CDU) alemana celebra mañana, sábado, un congreso federal destinado a reorientarse como primera fuerza de la oposición alemana y a ratificar como nuevo líder al derechista Friedrich Merz, rival histórico de la vía centrista que representó la excanciller Angela Merkel.

Berlín, 22 ene (EFE).- La Unión Cristianodemácrata (CDU) alemana celebra mañana, sábado, un congreso federal destinado a reorientarse como primera fuerza de la oposición alemana y a ratificar como nuevo líder al derechista Friedrich Merz, rival histórico de la vía centrista que representó la excanciller Angela Merkel.

Tras perder su condición de fuerza gubernamental, la CDU está "liberada" de tener que hacer compromisos hacia un socio de coalición, afirmó hoy Merz, en declaraciones a la televisión pública ARD, ante el congreso de mañana, que se celebrará de forma virtual por imperativo de la pandemia de coronavirus.

Es el momento de "definir un perfil propio" y "recuperar terreno perdido", prosiguió el designado nuevo líder, cuyo bloque conservador se hundió en las pasadas elecciones generales, en septiembre, en su récord a la baja en unos comicios nacionales con el centrista Armin Laschet como candidato.

La derrota electoral y el relevo a favor del socialdemócrata Olaf Scholz, elegido canciller al frente de un tripartito con los Verdes y el Partido Liberal (FDP), pusieron fin a los 16 años en el poder de Merkel, quien en tres de sus cuatro legislaturas gobernó en gran coalición.

A ese hundimiento siguió el compromiso de Laschet de coordinar la renovación de la cúpula y la convocatoria de una consulta entre las bases, en que Merz se impuso con rotundidad -con un 62,1 %- frente a dos aspirantes centristas, Norbert Röttgen y Helge Braun, persona de confianza de Merkel.

Era la primera vez que la jefatura del partido se definía por el voto de las bases, y no de los 1.001 delegados del congreso, a los que ahora corresponde ratificar formalmente a Merz.

Será el primer congreso de la CDU con Merkel ya como excanciller y alejada de las estructuras del partido que lideró entre 2000 y el 2018. Según explicó Laschet, no se prevé ningún tipo de intervención ante los delegados de la exjefa del partido, que tampoco aspira a ejercer una presidencia de honor, como sí hizo Helmut Kohl tras dejar el poder.

En 2018 tomó la riendas de la formación Annegret Kramp-Karrenbauer, considerada la favorita para suceder a Merkel, pero que tiró la toalla un año después. Le sucedió Laschet, quien se impuso como candidato en las elecciones generales frente a sus rivales derechistas y luego se hundió en las urnas.

Ni Merkel ni Kramp-Karrenbauer estarán en la cena posterior al congreso, ya que declinaron la invitación de Merz, según informaciones del semanario "Der Spiegel". La cita era un intento por parte del nuevo líder de mostrar cohesión y limar asperezas.

La rivalidad entre ambos arranca de cuando Merkel empezó a escalar posiciones en el partido. Merz, de 66 años, ingresó en las juventudes de la CDU con 16 años y se convirtió en eurodiputado en 1989, cuando la ahora excanciller era aún una científica del este del país ajena al ámbito político.

Tras la derrota electoral de Kohl de 1998, y en medio del escándalo de la financiación irregular del partido, vio cómo tomaba sus riendas Merkel, quien había ingresado en la CDU en 1990 pero ya era su secretaria general y había ocupado dos carteras ministeriales.

En 2002 Mery fue desplazado por Merkel como líder de la oposición en el Parlamento, tras lo cual dejó todos sus puestos en la CDU para pasar a la gran industria, al frente de grupos de presión económicos.

Volvió a la vanguardia política en 2018, cuando Merkel anunció su decisión de no optar a la reelección como canciller. Ahí presentó su primera candidatura a presidir la CDU, pero fue derrotado por Kramp-Karrenbauer; dos años después cayó de nuevo ante Laschet.

Merz logró al tercer intento el apoyo claro de las bases con un discurso derechista, pero más moderado que en el pasado. Se comprometió a marcar las distancias y mantener el estricto cordón sanitario en torno a la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD).

Ha asegurado, asimismo, que bajo su dirección no se abrirá el diálogo hacia ese partido ni se tolerarán "cercanías", como las que mantiene la corriente interna denominada Werte Union -Unión de Valores-.

Su rostro más representativo es el exjefe de los servicios secretos de Interior Hans Georg Maassen. Desde la cúpula de la CDU se ha tratado de aislarlo políticamente, aunque no se ha formalizado una iniciativa para apartarlo del partido. Merz considera que un proceso de expulsión tendría "escasas probabilidades" de prosperar, según declaró hoy en la televisión pública ARD. EFE

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