Los comunistas proponen un nuevo apaño para formar Gobierno en Portugal

Mar Marín

Mar Marín

Lisboa, 13 ene (EFE).- En vísperas del inicio de la campaña para las elecciones legislativas del día 30 en Portugal, los comunistas abren la puerta a renovar la "convergencia" con el Partido Socialista pero, matizan, sobre "soluciones concretas" y no para "arreglos de poder".

"Nuestra disponibilidad para la convergencia con el Partido Socialista se mantiene. Hay que saber si el PS está interesado en esa convergencia", afirmó hoy João Ferreira, en un encuentro con corresponsales extranjeros.

Exparlamentario europeo y concejal comunista en Lisboa, Ferreira es uno de los dirigentes del PCP que suenan en el proceso renovación del partido, liderado desde 2004 por Jerónimo de Sousa, de 74 años, quien hoy será intervenido de urgencia para someterse a un baipás que le mantendrá fuera de la campaña.

Bajo el liderazgo de Sousa, el PCP se sumó al pacto de izquierdas que llevó al Gobierno al socialista António Costa en 2015, la popular "geringonça" (jerigonza, en este caso una especie de apaño, artilugio, incluso chapuza), pero la alianza se rompió tras las legislativas de 2019 y el distanciamiento se plasmó en el rechazo comunista al Presupuesto de 2022.

Los desencuentros sobre temas espinosos, como el salario mínimo -ahora establecido en 705 euros- que el PCP planteaba subir a 800 euros a final de este año, detonaron la ruptura.

Finalmente las cuentas de Costa no superaron el trámite parlamentario y la crisis política derivó en el adelanto electoral en mitad de la legislatura.

CONVERGENCIA 2022

Ahora, el PCP no descarta un nuevo acercamiento, pero "no estamos interesados en los arreglos de poder que luego resultan en nada", sino "en la convergencia entorno a soluciones concretas", matiza Ferreira.

"No sabemos si el Partido Socialista está o no está interesado. Es él quien tiene que responder si está interesado", insiste el dirigente comunista, que acusa al PS de "intransigencia".

Las elecciones del día 30 "pueden ayudar a crear un cuadro político para contribuir a estas soluciones", opina, convencido de que una hipotética mayoría absoluta de los socialistas no aportaría las respuestas que precisa el país.

"Lo que puede ayudar a que el PS no tenga la postura intransigente que tiene es una relación de fuerzas que cree condiciones para que la izquierda pueda tener una influencia más fuerte de la que hubo hasta ahora", resume. Es decir, una mayoría simple que obligue a los socialistas a negociar.

Una posibilidad avalada por los últimos sondeos, que mantienen a los socialistas como la fuerza más votada -pero lejos de la mayoría absoluta-, con una ligera caída de la derecha -a unos 10 puntos de distancia- mientras el PCP pierde terreno.

RENOVACIÓN DEL PCP

Ferreira no quiere entrar en el debate sobre la renovación del liderazgo en el PCP, el partido comunista más ortodoxo de Europa -contrario a la eutanasia-, que asiste el envejecimiento de sus bases y al castigo en las urnas.

Los problemas de salud de Jerónimo de Sousa, que cumpliría este año 18 en la secretaría general del PCP, pueden acelerar el relevo, aunque el dirigente comunista insiste en que el partido confía en que retomará la actividad al final de la campaña "con más vigor y más fuerza".

No obstante, la del CDU -la alianza electoral del PCP y los Verdes- "es una campaña de masas, no de un hombre solo" y "tenemos razones para encarar la batalla con confianza", puntualiza Ferreira, de 43 años y un veterano en las lides electorales, con seis comicios a sus espaldas -europeos, municipales y presidenciales- en los últimos ocho años.

Pese a su optimismo, el PCP perdió un tercio de sus diputados en las legislativas de 2019 y los últimos sondeos apuntan una caída en intención de voto en enero, con apenas un 5,1%. EFE

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