Doñana provoca la primera disensión entre Espadas y el Gobierno

Francisco J. Utrero

Francisco J. Utrero

Sevilla, 11 feb (EFE).- La votación de la proposición de ley del PP, Ciudadanos y Vox sobre la ampliación de los regadíos en Doñana ha provocado el primer desencuentro entre el Gobierno de Pedro Sánchez y el líder del PSOE-A, Juan Espadas, una polémica que ha creado también malestar en algunos sectores del partido.

La alerta generada por la nueva regulación en el entorno del Parque Nacional, que amplía los regadíos en unas 1.500 hectáreas y ha reunido el consenso en contra de la UE, la Unesco, el Gobierno central y las organizaciones ecologistas han quedado en un segundo plano.

El giro de guión en el enfoque mediático y político apunta ahora a la decisión del PSOE andaluz de abstenerse en la votación de la iniciativa. En la práctica el resultado iba a ser el mismo con abstención o voto en contra a una regulación que contaba con la mayoría suficiente ser tramitada.

Sin embargo, la postura divergente entre el Ministerio de Transición Ecología, que pidió su rechazo y que la Junta desista de la iniciativa, y del PSOE-A, que optó finalmente por la abstención, ha producido el primer encontronazo entre el Gobierno de Sánchez y el candidato Juan Espadas, así como malestar en algunos sectores de su partido.

"Yo no soy la marca de nadie", sostuvo Espadas, en alusión a las críticas que le sitúan como una "sucursal" de Pedro Sánchez en Andalucía.

En una comparecencia para explicar la abstención de su grupo parlamentario, esgrimió la autonomía de su partido para defender la ampliación de los regadíos en Doñana, pese a la postura del Gobierno, al que le incomoda esta posición respeto a sus relaciones y las exigencias de Bruselas.

"No recibimos en este caso ni consignas, ni cuestiones ni directrices", zanjó el socialista.

Espada cree una "barbaridad y un engaño electoral masivo" la propuesta del PP de Juanma Moreno, de Cs y Vox, y defiende la revisión del Plan de la Fresa de 2014, que fijó en 9.340 hectáreas las zonas regables en los municipios onubenses de Almonte, Bonares, Lucena del Puerto, Moguer y Rociana del Condado.

El plan dejó fuera algunos agricultores que ahora reclaman unos "derechos históricos" para poder cultivar, por lo que Espadas cree que la abstención de su partido "abre la puerta" al diálogo y soluciones con todos los agentes para resolver un problema que "existe".

La condición "innegociable" es el acuífero de Doñana, sobrexplotado por los pozos ilegales: "El acuífero no se toca, se recupera", esgrime el socialista, que ve la solución en que a los nuevos cultivos llegue al agua superficial mediante un trasvase de la demarcación hidrográfica de los ríos Tinto, Odiel y Piedras a la del Guadalquivir, obras que corresponde al Gobierno central.

Fuentes socialistas aseguran a EFE que la posición del grupo parlamentario ha creado "paz social" entre los agricultores y tranquiliza a los alcaldes socialistas de Moguer, Lucena del Puerto, Bonares y Rociana del Condado, que inicialmente se había situado a favor de la iniciativa que amplia los regadíos en la Corona Norte de Doñana.

No obstante, el desacuerdo y malestar con la abstención se concentra en algunos dirigentes del PSOE-A, tal y como ha puesto de manifiesto Luis Ángel Hierro, el otro aspirante a la candidatura de Junta en las primarias socialistas, junto con Susana Díaz.

"En el art. 2 de los estatutos del PSOE decimos ser ecologistas y europeístas, y en el Parlamento de Andalucía el PSOE-A no protege Doñana. ¿Quién va a asumir la responsabilidad política de este despropósito?", pregunta en cuenta de Twitter.

Otros dirigentes, que han optado por la discreción, consideran en privado que la línea marcada por el candidato a la presidencia de la Junta y secretario general les aleja del voto ecologista, una de las banderas que defiende Sánchez y que fue asumida por Espadas cuando presentó su proyecto de "nuevo" PSOE-A. EFE

fju/fs/ram