Ehigiator, joven promesa de la selección, empieza a ver el final del túnel

Madrid, 22 feb (EFE).- Osas Ehigiator comienza a ver la luz al final del túnel. El pívot del Urbas Fuenlabrada, promesa de la selección española con dos medallas en categorías inferiores y una convocatoria absoluta hace dos años, ha vuelto a entrenar sobre la cancha después de un año y tres meses parado por una lesión de rodilla.

Madrid, 22 feb (EFE).- Osas Ehigiator comienza a ver la luz al final del túnel. El pívot del Urbas Fuenlabrada, promesa de la selección española con dos medallas en categorías inferiores y una convocatoria absoluta hace dos años, ha vuelto a entrenar sobre la cancha después de un año y tres meses parado por una lesión de rodilla.

El pívot de 22 años y 2,07 metros se rompió el tendón rotuliano de la rodilla derecha en noviembre de 2020, una lesión que le ha obligado a soportar un largo proceso de recuperación del que ha dado un paso clave este martes, cuando ha podido volver a la cancha para ejecutar movimientos en carrera y a canasta, todavía sin rivales, según las imágenes que ofreció el Fuenlabrada.

"Estar en el banquillo o verlo por la tele es un sufrimiento extra. No poder estar con tus compañeros, luchar por cada balón, es un poco duro, pero ya va quedando menos", dijo el pívot en octubre, cuando se acercaba al año de inactividad.

Esta lesión supuso un freno a la carrera de uno de los interiores más prometedores de la selección española, con la que fue subcampeón europeo sub-18 y sub-20, y que estuvo convocado con la selección absoluta en la 'ventana' de febrero de 2020, aunque no llegó a debutar. Esa campaña llegó a disputar 19 partidos en la Liga Endesa, con una media de 4,7 puntos y 2,6 rebotes.

Al inicio de la siguiente temporada, con apenas siete partidos disputados, el infortunio detuvo su progresión, que espera pueda reanudarse en el último tramo de la actual campaña. Sería un buen refuerzo para una plantilla en la que el canadiense Kyle Alexander y el serbio Dusan Ristic son las referencias interiores, con la ayuda del aragonés Chema González. EFE

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