Exministra afgana de la Mujer: "Seguimos luchando por nuestros derechos"

Bruselas, 1 feb (EFE).- La exministra afgana de Asuntos de la Mujer Sima Samar afirmó este martes que las mujeres de su país, sin acceso a una educación igual que la de los hombres y con restricciones a su participación en la vida pública, seguirán “luchando por sus derechos” y por “proteger su dignidad en las circunstancias más difíciles”.

Bruselas, 1 feb (EFE).- La exministra afgana de Asuntos de la Mujer Sima Samar afirmó este martes que las mujeres de su país, sin acceso a una educación igual que la de los hombres y con restricciones a su participación en la vida pública, seguirán “luchando por sus derechos” y por “proteger su dignidad en las circunstancias más difíciles”.

Samar es una de las principales personalidades que esta semana darán voz a las mujeres de su país en unas jornadas del Parlamento Europeo dedicadas a ellas, uno de los colectivos más afectados por la toma talibán del Gobierno afgano el pasado verano y que en diciembre fueron finalistas del premio Sájarov a la libertad de conciencia que concede el Parlamento Europeo, segundas tras el líder opositor ruso Alexéi Navalni.

“Las mujeres en Afganistán son fuertes y valientes. Hemos presenciado el asesinato de nuestros seres queridos, la destrucción de nuestras propiedades y tejido social, nuestro desplazamiento forzoso y la degradación de nuestra posición en la sociedad. Aún así, seguimos defendiendo nuestros derechos y nuestra libertad y lucharemos para proteger nuestra dignidad en las circunstancias más difíciles”, afirmó Samar.

La política afgana, que fue la primera mujer de la minoría hazara en licenciarse en medicina en Kabul en 1982, fue ministra de Asuntos de la Mujer en el Gobierno interino tras la caída del régimen talibán en 2001 y estuvo en este cargo hasta 2003, cuando se vio obligada a renunciar tras recibir amenazas de muerte por cuestionar leyes conservadoras islámicas.

También exdirectora de la Comisión Independiente de Derechos Humanos de Afganistán, Samar pidió que las autoridades talibanas de su país no empleen el respeto a la religión o a la cultura como una excusa para permitir las violaciones de los derechos fundamentales de las mujeres y advirtió de que los derechos humanos “no se negocian”.

La situación en su país, lamentó ante el hemiciclo, es “mucho peor que lo que se ve en redes sociales”: “Afganistán es un error colectivo del Gobierno, sus ciudadanos y la comunidad internacional, un error de rendición de cuentas, el Estado de derecho y el compromiso con los derechos humanos”, alertó.

A juicio de la exministra, en Afganistán se han dado todos los pasos para “destruir una nación”: hacer inferior a la mitad de la población con una mentalidad de superioridad masculina que se transfiere a toda la sociedad, acabar con el sistema educativo del país -”porque temen a las mujeres formadas”- y restar valor a los principios de los derechos humanos, lo que da lugar a la “ley de la jungla”.

“Todos estos factores los veo en mi país”, dijo Samar, quien recordó que el que fue su ministerio, de Asuntos de la Mujer, ha sido cerrado y remplazado por el Ministerio de Propagación de la Virtud y Prevención del Vicio, encargado de implementar las reglas islámicas contra las que ella ha pasado su vida luchando.

La médica y política instó a los talibanes a “aceptar que haber tomado el poder por la fuerza no significa que sean legítimos” e insistió en que deben formar un gobierno inclusivo, que permita la participación de la población y de la sociedad civil y fomentar la libertad de prensa, entre factores que pueden sumarles legitimidad.

“Les guste o no, las mujeres son la mitad de la población y deben tener todos los derechos y libertades. Negar este hecho no cambiará la realidad y no se puede llegar a la sostenibilidad y la paz sin la participación de las mujeres”, zanjó.

La presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, fue la encargada de abrir las jornadas, que contarán con la participación de muchas otras mujeres prominentes de ese país que desde el exilio siguen defendiendo sus derechos.

"Con su talento, devoción y amor por su país, han contribuido a una sociedad afgana vibrante. Ahora son humilladas, se mueren de hambre, se les ha expulsado de la educación, han sido borradas de la vida pública y sus vidas están amenazadas", lamentó Metsola, quien instó en que desde Europa se fomenten oportunidades a través de, por ejemplo, becas para estudiar en escuelas y universidades comunitarias.

En un mensaje en vídeo, también la embajadora de Buena Voluntad de la Agencia de la ONU para los Refugiados y actriz Angelina Jolie afirmó que los talibanes "no pueden extinguir su capacidad de pensamiento y su voluntad" de hacer todo lo posible "para que sus hijos tengan un futuro mejor".

"Lo que habéis logrado durante décadas puede ser reprimido, pero no borrado", incidió Jolie. EFE

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