Una final antes de tiempo, la enésima revancha

Redacción deportes, 3 feb (EFE).- La selección española ha ganado seis de sus últimos ocho partidos contra Portugal, que se impuso, en cambio, en los dos más trascendentes, en los dos únicos de competición oficial de esa serie más reciente, en los dos que la coronaron por primera vez como campeona de Europa y del mundo, además de forma consecutiva, antes de su reencuentro, su enésima revancha, este viernes en las semifinales de la Eurocopa 2022, entre los dos máximos favoritos al campeonato continental.

Redacción deportes, 3 feb (EFE).- La selección española ha ganado seis de sus últimos ocho partidos contra Portugal, que se impuso, en cambio, en los dos más trascendentes, en los dos únicos de competición oficial de esa serie más reciente, en los dos que la coronaron por primera vez como campeona de Europa y del mundo, además de forma consecutiva, antes de su reencuentro, su enésima revancha, este viernes en las semifinales de la Eurocopa 2022, entre los dos máximos favoritos al campeonato continental.

Nunca el tópico de final anticipada se adecuó tanto a un partido como el de este viernes (20.00 hora central europea) en el Ziggo Dome de Amsterdam, que rememora la última del torneo continental, disputada en 2018 por las dos selecciones y ganada en la prórroga (4-3) por el conjunto luso. También doblegó a España en el tiempo extra en los cuartos de final del Mundial, el pasado mes de septiembre, por 2-4, para ser la campeona del planeta.

Portugal defiende un dominio que, casi siempre, al menos en Europa, le correspondió a la selección española, infalible al menos en alcanzar, como poco, las semifinales en las doce ediciones, incluida la actual (sólo perdió dos hasta ahora); campeona siete veces (1996, 2001, 2005, 2007, 2010, 2012, 2016) y actualmente en pleno crecimiento, de menos a más en este torneo, lanzada en los dos últimos duelos con dos victorias expresivas e incontestables: el 0-8 a Georgia y el 5-1 con el que superó a Eslovaquia en los cuartos de final.

Ha descubierto para sí mismo y ha destapado para el resto el nivel que puede alcanzar el equipo nacional, que, en el último precedente, en un amistoso, goleó a Portugal por 6-0. Habrán pasado 47 días cuando el balón empiece a jugarse este viernes en la cancha de Amsterdam, cuyo aforo de 10.500 espectadores para un duelo de fútbol sala ha quedado reducido a 1.250 personas por la incidencia de la Covid-19 en Países Bajos y en el mundo.

No vale como indicio aquel choque. La competición implica mucho más de lo que supone aquel encuentro, siempre en el filo del detalle para el ganador y para el perdedor, en el error ajeno más que en el acierto propio, tan necesarios unos y otros para desnivelar un deporte que se mueve en tal grado táctico en el presente que cada concesión parece determinante. La concentración, la precisión, la intensidad... Todo tiene que estar al máximo.

Es una prueba de fuego para el conjunto dirigido por Fede Vidal, sin Juanjo Catela, positivo por la Covid-19, que también afecta en la actualidad a Luis Marimón, miembro del cuerpo técnico, dentro de la expedición de la selección española en Países Bajos, que es sometida a test diarios de coronavirus "por decisión de los servicios médicos de la Federación Española de Fútbol" y que está alojada "en habitaciones individuales, con el fin de limitar los contactos estrechos".

Portugal ya no tiene a Ricardinho, pero sí un gran equipo, igual que España. Sus números lo remarcan: no sólo lo ha ganado todo en esta Eurocopa (4-2 a Serbia, 4-1 a Países Bajos, 1-0 a Ucrania y 3-2 a Finlandia, aunque con muchas dificultades ante la emergente selección nórdica), sino que es el actual campeón de Europa y del mundo y no pierde un encuentro de competición desde los penaltis ante Irán del por el tercer puesto del Mundial 2016. Desde entonces ya son 31 partidos consecutivos invicto. EFE

id/og