Francia-Suecia, duelo de supervivientes

Redacción deportes, 27 ene (EFE).- Las selecciones de Francia, vigente campeona olímpica, y de Suecia, subcampeona del mundo, pelearán este viernes (20:30) por un puesto en la final de un Europeo de Hungría y Eslovaquia del que ambos conjuntos parecían desahuciados a falta de escasos minutos para la conclusión del último encuentro de la segunda fase.

Redacción deportes, 27 ene (EFE).- Las selecciones de Francia, vigente campeona olímpica, y de Suecia, subcampeona del mundo, pelearán este viernes (20:30) por un puesto en la final de un Europeo de Hungría y Eslovaquia del que ambos conjuntos parecían desahuciados a falta de escasos minutos para la conclusión del último encuentro de la segunda fase.

Si Francia logró remontar la desventaja de cinco goles con la que contaba ante Dinamarca a falta de quince minutos para el final, Suecia logró enjugar en los últimos cinco minutos los cuatro goles de ventaja con los que contaba Noruega.

Muestra de la fortaleza mental de franceses y suecos que reeditarán en Budapest la semifinal que ya enfrentó a ambos equipos el pasado año en el Mundial de Egipto y en la que se impuso el conjunto escandinavo por 32-26.

Un triunfo en el que jugó un papel fundamental el portero Andreas Palicka, elegido mejor guardameta del pasado Mundial, que previsiblemente se perderá el duelo tras dar positivo por coronavirus.

No será la única baja de la selección sueca que tampoco podrá contar con el central Felix Claar y el lateral derecho Lukas Sandell, que dio positivo este viernes, y será reemplazado por el jugador del Nantes francés Linus Persson.

Aunque por encima de nombres propios la fortaleza del conjunto escandinavo reside en el colectivo, tal y como demostró ante Noruega, en un encuentro en el que los héroes fueron dos habituales suplentes, el extremo Valter Chrintz y el portero Peter Johannesson.

Un sólido equipo que se mueve al son que marca el central Jim Gottfridsson, que pese a no alcanzar la categoría de superestrella que se le presuponía cuando se dio a conocer al mundo siendo todavía un juvenil, se ha convertido en un magnífico jugador que sabe explotar a la perfección todos los recursos del equipo sueco.

Precisamente la falta de un director de juego, en ausencia de Kentin Mahé, baja por coronavirus, y de Nedim Remili, que lesionado no pudo acudir al torneo, que dote de claridad al juego ofensivo ha sido uno de los grandes problemas del equipo francés en este Europeo.

Ni el joven Aymeric Minne, más preocupado por demostrar su potencia de lanzamiento que de dirigir al equipo, ni Nikola Karabatic, que no parece atravesar por su mejor momento, han logrado paliar esta carencia.

Tal y como se pudo comprobar tanto en la contundente derrota (21-29) encajada ante Islandia, como en los primeros cuarenta y cinco primeros minutos del duelo con Dinamarca, en el que el ataque francés se convirtió en una sucesión de lanzamientos con escaso acierto.

Pero si el conjunto galo no ha mostrado hasta ahora su mejor versión, lo que nadie le puede negar es su capacidad competitiva.

Faceta en la que sí ha destacado Nikola Karabatic, el auténtico "jefe" del equipo francés, que intentará conquistar en Budapest su cuarto título de campeón de Europa tras los conquistados en los años 2006, 2010 y 2014.

Un Karabatic, que a sus 37 años, sigue siendo fundamental en el entramado defensivo del conjunto francés, donde ha añorado en exceso la compañía de su hermano menor Luka, que no pudo participar en el Europeo por lesión.

Circunstancia que no ha impedido a Francia, pese a que durante muchos momentos se ha visto más fuera que dentro del torneo, volver a pelear por las medallas en una gran competición internacional, el escenario donde los "Experts" se manejan como nadie.EFE

jv/arh