Golpistas de Guinea permiten a Condé recibir atención médica fuera del país

Dakar, 1 ene (EFE).- La junta militar que gobierna Guinea-Conakri desde el golpe de Estado del pasado 5 de septiembre autorizó este viernes al presidente derrocado Alpha Condé a abandonar el país para recibir atención médica.

Dakar, 1 ene (EFE).- La junta militar que gobierna Guinea-Conakri desde el golpe de Estado del pasado 5 de septiembre autorizó este viernes al presidente derrocado Alpha Condé a abandonar el país para recibir atención médica.

A través de la televisión estatal, el Comité Nacional de Agrupación y Desarrollo (CNRD, por sus siglas en francés), como se autodenomina la junta, anunció a última hora de ayer que permitiría a Condé, de 83 años, salir del país por un periodo de un mes para someterse a un chequeo de su salud.

Esta medida fue posible, según informó el CNRD, después de que la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (CEDEAO) firmara un acuerdo comprometiéndose a garantizar que se respeta ese plazo, siempre que los médicos no indiquen que más tiempo es necesario.

Las condiciones de detención de Condé ya mejoraron a finales de noviembre, cuando la junta militar lo sacó del arresto incomunicado para permitirle vivir con su esposa en la capital del país africano.

Desde entonces, se habían extendido los rumores sobre un deterioro en la salud del expresidente, informaciones que el CNRD había desmentido.

El líder golpista de Guinea-Conakri, coronel Mamady Doumbouya, prestó el pasado 1 de octubre juramento convirtiéndose oficialmente en el presidente de la transición después de derrocar a Condé, que gobernaba el país desde 2010.

El pasado 27 de septiembre, el CNRD publicó una "Carta de Transición", ley fundamental que regirá hasta la redacción de una nueva Constitución.

El golpe de Estado tuvo lugar el 5 de septiembre, cuando Condé fue detenido por miembros del Grupo de Fuerzas Especiales del Ejército liderados por Doumbouya, quien dijo dar el golpe para crear las condiciones de un Estado de derecho.

En octubre de 2020, Guinea-Conakri celebró unos comicios en los que Condé optó a un polémico tercer mandato, no permitido en principio por la Constitución, tras un referéndum en marzo de ese año para cambiar la Carta Magna, aprobado con un 91,5 % de votos.

Tanto la Unión Africana (UA) como la CEDEAO, que exigieron la liberación del derrocado mandatario, han suspendido a Guinea-Conakri de sus instituciones tras el golpe de Estado.

La CEDEAO también ha impuesto sanciones a los líderes del golpe, incluidas prohibiciones de viaje y el bloqueo de activos financieros.

Guinea-Conakri es uno de los países más pobres del mundo, pero posee un importante potencial minero, hidráulico y agrícola y sus reservas de bauxita - materia prima para producir aluminio- son unas de las más importantes a nivel mundial. EFE

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