La izquierda asume el castigo en las urnas en Portugal

Lisboa, 30 eme (EFE).- "Es un día difícil y un mal resultado", admitió hoy Catarina Martins, candidata del Bloque de Izquierda, tras conocer la caída de la formación en las urnas, y evitó entrar en cábalas sobre pactos con los socialistas porque "todo indica que el PS tendría mayoría absoluta".

Los socialistas lograron hoy una victoria aplastante en las legislativas, alrededor del 42 % de votos, más de 10 puntos de ventaja sobre el conservador PSD, y rozan la mayoría absoluta que lograrían si consiguen 116 de los 230 diputados de la Asamblea de la República.

Las urnas han pasado factura a los antiguos socios de los socialistas en la "geringonça", el Bloque y el comunistas, que quedan relegados en el Parlamento y son ampliamente rebasados por la ultraderecha.

"Es un mal resultado", dijo Martins, no solo por la caída del Bloque sino "por la extrema derecha", que pasa de tener un diputado a quedarse con el 7 % de los votos y diez escaños, según los resultados provisionales.

Martins evitó entrar en conjeturas sobre posibles acuerdos con los socialistas porque, dijo, "todo indica que tendrían mayoría absoluta".

La "campaña del chantaje" de los socialistas ha funcionado, lamentaba esta noche un dirigente del BE.

Se refería así a la estrategia del PS, que responsabiliza a sus antiguos socios de izquierda del adelanto electoral que llevó hoy al país a las urnas por rechazar las cuentas socialistas con los millonarios fondos de recuperación de la UE en juego.

Según los datos provisionales, el Bloco pasaría de tercera a quinta fuerza política y el Partido Comunista caería al sexto lugar y se rompería su coalición con los Verdes, que quedarían fuera del Parlamento.

En el Partido Comunista Portugués (PCP), el desplome alcanza además a su portavoz parlamentario, João Oliveira, uno de los dirigentes más reconocidos y activos, que se queda fuera del Parlamento porque no ha logrado apoyo en el distrito de Évora (Alentejo) por el que se presentó.

Durante la campaña, tanto el Bloque como los comunistas reclamaron al socialista António Costa la reedición de la "geringonça" que llevó al PS al poder en 2015 y que el primer ministro rompió tras las elecciones de 2019.

Con los resultados en la mano, la posibilidad de alianzas se antoja más que improbable.EFE

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