La joven empresa de mensajería que "evita la fatiga" en una región colombiana

Medellín (Colombia), 5 feb (EFE).- Una veintena de "fatiamigos" recorren en moto Apartadó, la ciudad más importante de la región colombiana de Urabá, para entregar encomiendas, realizar domicilios y hacer favores a los pobladores que contratan sus servicios a través de un chat.

Medellín (Colombia), 5 feb (EFE).- Una veintena de "fatiamigos" recorren en moto Apartadó, la ciudad más importante de la región colombiana de Urabá, para entregar encomiendas, realizar domicilios y hacer favores a los pobladores que contratan sus servicios a través de un chat.

Hace cuatro años, Juan Sebastián Álvarez ideó un modelo sencillo e innovador, que en sus inicios simplemente buscaba prestar un servicio a quienes querían "evitar la fatiga", frase que acuñó el cartero del popular programa de televisión "El Chavo del Ocho".

"Ese nombre salió de Jaimito, el cartero. Lo iba a cambiar, pero se posicionó bien", contó a Efe Álvarez, el propietario de la empresa colombiana Fatiga Servicios Mensajería, que recibió el premio Famiempresario del Año 2021 en la categoría "Emprendimiento Joven".

Solo y con una moto prestada empezó con el negocio. Eran jornadas de hasta 15 horas, que soportó con el objetivo de darse a conocer y ganar credibilidad.

Con el apoyo de su esposa, que se encargó de recibir los mensajes, despachar pedidos y tramitar los favores, este emprendedor se atrevió a dar el primer salto al sellar un convenio con uno de los restaurantes más populares de Apartadó.

"Recuerdo que al inicio me preguntaron cuántos mensajeros tenía; yo dije que éramos un equipo de seis, pero realmente era yo", evocó el ahora director comercial y de planeación estratégica.

LA PANDEMIA, UN TRAMPOLÍN

Encargarse de los domicilios de ese asadero de pollo permitió el crecimiento de Fatiga, pero la pandemia de la covid-19 terminó siendo "el gran trampolín" para una compañía que en 2020 pasó de tener ocho empleados a consolidar a un equipo de más de 30.

Actualmente, la empresa no solo atiende a establecimientos de comida, sino a personas que trabajan, que están muy ocupadas o que simplemente "les da pereza salir".

Por ahora, el cliente los contacta a través de WhatsApp, para hacer la experiencia "más cercana y muy humana", pero Álvarez admitió que son, en este momento, una marca posicionada en la región y próximamente crearán una aplicación para agilizar el proceso y responder a la demanda de domicilios y mensajería urbana.

HACER DEL "FATI" SU SELLO

El "fatiamigos" nació para referirse inicialmente a los clientes, pero esa palabra "se fue pegando" y terminó siendo el nombre de los domiciliarios, que siempre visten de rojo.

"La gente empezó a ver a nuestros mensajeros como amigos y a saludarlos en la calle", apuntó el empresario.

Con el negocio ya disparado, el "fati" lo utilizan ahora para nombrar todo el abanico de servicios, que van desde pagar los servicios públicos y hasta hacer mercado. Tienen "fatifood", "fatiexprés", "faticash", "fatimarket" y "fatipay" .

Aunque la operación está concentrada en Apartadó, también llegan a municipios como Turbo y Chigorodó, también ubicados en el departamento de Antioquia, con entregas específicas.

"Siempre tuve el deseo de emprender. Quería impactar a gran escala y lo estoy logrando", enunció Álvarez, quien pudo darle un impulso a su empresa gracias a los créditos y asesorías de la Corporación Interactuar.

"Interactuar es la casa del microempresario", acotó el dueño de Fatiga.

RUTA DE DESARROLLO PARA EMPRENDEDORES

La líder de diseño y orientación empresarial de Interactuar, Olga Díaz, explicó a Efe que esta corporación social propone al emprendedor una "ruta de desarrollo empresarial".

"Reciben desde una orientación básica hasta un proceso de aceleración empresarial", señaló la experta.

En el 2021, Interactuar atendió a 48.658 empresarios, de los cuales el 21 % recibió servicio financiero y acompañamiento de valor.

Un informe de iNNpulsa en 2020 reveló que, al tercer año de operación, solo 63,4 % de las empresas creadas en Colombia sobrevive en el mercado, mientras que la cifra desciende a 54,3 % en el quinto año y a 40,5 % tras funcionar una década. EFE

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