El mapa más completo del cáncer biliar, clave para acelerar el diagnóstico

Madrid, 12 feb (EFE).- El colangiocarcinoma (CCA), un cáncer de las vías biliares, raro y muy agresivo, se detecta normalmente cuando la enfermedad ya está muy avanzada. Mejorar la detección precoz y el diagnóstico es clave para luchar contra esta neoplasia que cada año causa dos de cada diez muertes por cáncer en el mundo.

Con ese objetivo, investigadores del CIBER de Enfermedades Hepáticas y Digestivas (CIBEREHD) han coordinado el mayor y más completo estudio internacional hecho sobre este cáncer, cuyas conclusiones se publican este sábado, Día Mundial de esta enfermedad, en la revista Journal of Hepatology.

Este trabajo, basado en el estudio de más de 2.200 pacientes diagnosticados entre 2010 y 2019, ha servido para dibujar un "mapa" de este tipo de cáncer que representa el 15 % de todos los tumores hepáticos primarios y el 3 % de los gastrointestinales.

"El CCA es un cáncer raro pero su incidencia está aumentando en todo el mundo, por lo que debemos dejar de tratarlo como una enfermedad huérfana. Aunque supone un gran desafío, faltan estudios paneuropeos multidisciplinarios coordinados", explica el coordinador del estudio, Jesús Bañales, del Instituto Biodonostia de San Sebastián.

Para hacer el estudio, los investigadores evaluaron el curso natural del colangiocarcinoma en 2.200 pacientes de 26 hospitales en once países europeos. En el momento de su diagnóstico, el 42,2 % tenía enfermedad local, el 29,4% localmente avanzada y el 28,4% presentaba metástasis.

Con estos datos, compararon las características generales y específicas del tipo de tumor en el momento del diagnóstico, los factores de riesgo, la precisión de los biomarcadores actuales, las similitudes y diferencias entre los tres subtipos de CCA (intrahepático, perihiliar o distal) y el tratamiento.

Los resultados del estudio sugieren que la diferente ubicación del tumor en el sistema biliar se asocia con diferentes factores de riesgo y que el diagnóstico debe confirmarse mediante biopsia o citología, ya que los análisis de biomarcadores tumorales en sangre muestran baja sensibilidad en etapas tempranas de la enfermedad.

Por ahora, "la resección quirúrgica sigue siendo la única terapia potencialmente curativa", aunque tiene "escaso efecto terapéutico cuando el cáncer se encuentra diseminado en los ganglios linfáticos", avanza el jefe de grupo del CIBEREHD en el Instituto Biodonostia, Luis Bujanda.

El estudio confirmó que "la quimioterapia aumenta la esperanza de vida de los pacientes, y que el deterioro del estado funcional del paciente, la presencia de metástasis y el aumento de los niveles del marcador CA19-9 afectan al resultado de forma independiente", añade el investigador.

Por otra parte, una comparación sobre los factores de riesgo de las tres ubicaciones diferentes de los tumores reveló que ciertos hábitos -muy prevalentes en Europa- como el exceso de alcohol, el tabaquismo, el sobrepeso y la diabetes, podrían predisponer a las personas en riesgo a desarrollar colangiocarcinoma.

"El estudio proporciona un análisis exhaustivo de los aspectos diagnósticos, terapéuticos y pronósticos del complejo panorama del CCAE", según Bañales.

"Los resultados mostraron que el CCA se diagnostica principalmente en una etapa avanzada, una proporción significativa de pacientes no recibe ninguna terapia específica para el cáncer y el pronóstico es malo, con opciones terapéuticas limitadas", concluye Bañales.

Para los autores es urgente llevar a cabo campañas de concienciación y programas educativos para prevenir los factores de riesgo relacionados con el estilo de vida y nuevas técnicas para la detección temprana del CCA en poblaciones de alto riesgo para disminuir la mortalidad relacionada con el cáncer.

"Nuestros hallazgos representan un conocimiento valioso para futuras comparaciones con nuevas terapias dirigidas y el diseño de ensayos clínicos personalizados de próxima generación", concluyen.EFE

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