Marco, único niño del mundo con terapia pionera para su enfermedad de Menkes

Ana Soteras

Ana Soteras

Madrid, 27 feb (EFE).- Marco, de 20 meses, es el primer y único niño en el mundo con un “tratamiento excepcional” y pionero que intenta solventar la falta de cobre en su organismo. Padece la enfermedad ultrarrara de Menkes, un trastorno genético y degenerativo que cobra especial protagonismo en la víspera del Día Mundial de las Enfermedades Raras.

La historia de Marco es propia de un guion de cine. Desde su nacimiento, hasta la tenacidad de su madre, Aurora Mateos, para reunir a un grupo internacional de expertos que impulsara una nueva terapia probada en modelos animales por la Universidad de Texas (EEUU) y cuyos resultados, publicados en la revista “Science”, son relevantes.

El Hospital de Sant Joan de Déu de Barcelona, con el pediatra y genetista Francesc Palau al frente, está llevando a cabo este tratamiento excepcional, sin ensayo clínico previo, y que cuenta con la autorización de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS) para un niño que vive a contrarreloj.

Tan solo llevan cuatro semanas de terapia pero los médicos ya observan mejorías en Marco. No quieren lanzar las campanas al vuelo, puesto que todavía faltan datos para demostrarlo, pero el hecho es que en este tiempo ha conseguido gatear y ponerse de pie con ayuda, algo que con su edad no podía hacer por tener hipotonía grave (debilidad muscular), entre otros síntomas propios de la enfermedad.

“Marco no gateaba y ha empezado a hacerlo. Eso puede también responder a la historia natural del niño y, en lugar de tener una regresión, esté avanzado”, comenta con cautela a Efe el doctor Palau, director del Instituto Pediátrico de Enfermedades Raras y jefe del Servicio de Genética del Hospital Sant Joan de Déu.

ASÍ ES LA ENFERMEDAD DE MENKES

La enfermedad de Menkes es un síndrome multisistémico grave del metabolismo del cobre que afecta a uno de cada 300.000 recién nacidos en Europa, según datos del portal de enfermedades raras Orphanet.

Se caracteriza por una degeneración sistémica progresiva y anomalías del tejido conectivo por una mala distribución del cobre que no llega al cerebro y a otros órganos.

Este trastorno se debe a la ausencia o alteración del gen ATP7A, que se encuentra en el cromosoma X, y esto significa que las mujeres son portadoras sanas, no desarrollan la enfermedad, pero la pueden transmitir a los hijos varones, aunque también los niños pueden nacer con una mutación de “novo”, sin que haya antecedentes familiares.

La clave no es solo proporcionar el cobre que falta al organismo de Marco, sino que ese mineral necesario para la vida consiga traspasar la barrera hematoencefálica y llegue al cerebro.

Hasta ahora ningún medicamento hace esa función. Tan solo uno, el histidinato de cobre, se utiliza como tratamiento paliativo pero no consigue traspasar la barrera del cerebro.

UN DIAGNÓSTICO PRECOZ

Cuando llegó la pandemia de coronavirus Aurora Mateos estaba trabajando provisionalmente en Roma para Naciones Unidas y tuvo que dar a luz a Marco en esa ciudad en junio de 2020.

“Cuando alguien ve a un niño Menkes no lo olvida”, relata la madre quien explica que nacen con un pelo encrespado y una piel muy blanca, características para una primera sospecha de diagnóstico.

Inmediatamente fue trasladado al Hospital Pediátrico Bambino Gesù de Roma donde existe una unidad de cobre, algo poco habitual, y eso facilitó que el niño tuviera un diagnóstico a los cinco días de vida y al momento se le inyectara histidinato de cobre, un medicamento huérfano.

“Parece que en los primeros días de nacer la barrera del cerebro está más blandita y es posible que el cobre haya podido entrar. Quizá por eso, Marco mejora la movilidad, no tiene convulsiones, su aspecto exterior es tan bonito...”, señala a Efe la madre, quien destaca que es un bebé “inteligente y despierto”.

A pesar del diagnóstico precoz, uno de los desafíos de las enfermedades raras, la enfermedad de Menkes ha seguido su curso: “Es una enfermedad letal, Marco tiene problemas en los pulmones, en la vejiga, neurológicos…”, indica.

Cuando la pandemia lo permitió, la familia de Marco se trasladó a vivir a Málaga y en el Hospital Materno-Infantil de esa ciudad hacen el seguimiento clínico del niño.

“Nuestra vida está medicalizada, visitando mínimo dos veces por semana el hospital, las urgencias, es un niño de cristal, inmunodeprimido", explica la madre.

"NO ME QUEDÉ CON LOS BRAZOS CRUZADOS"

Tras el diagnóstico, “no me quedé con los brazos cruzados”, asegura Aurora Mateos.

Con su experiencia como consultora en Naciones Unidas ha conseguido no solo organizar la asociación “Menkes International", sino impulsar un comité con una veintena de expertos (médicos, biólogos, farmacéuticos, abogados…) de doce países que ha gestionado el complejo protocolo de este tratamiento excepcional.

El punto de partida está en el estudio de la Universidad de Texas, liderado por James Sacchettini y publicado en mayo de 2020 en “Science”, en el que se utiliza una molécula, elesclomol, para transportar el cobre y traspasar el cerebro de ratones con déficit del gen ATP7A.

“Los resultados son llamativos, con dos dosis el ratón cambió por completo en movilidad, pelo y en supervivencia, de una veintena de días a casi 190, eso es mucho”, explica el doctor Francesc Palau, quien coordina el citado comité científico.

Los siguientes pasos fueron complejos hasta conseguir que el elesclomol-cobre se sintetizara en un laboratorio de la India.

La Agencia Española del Medicamento autorizó la importación del fármaco y el diseño del “tratamiento excepcional” para Marco en el Hospital Sant Joan de Déu, con experiencia en atender con anterioridad a otros siete pacientes y con una línea de investigación abierta sobre esta enfermedad rara.

Cada semana, desde el pasado 31 de enero, Marco y su familia viajan de Málaga a Barcelona para que el pequeño reciba una dosis subcutánea de elesclomol-cobre.

“Hemos empezado con dosis muy bajas, subterapéuticas, para ir alcanzando las terapéuticas pero no tóxicas. A la vez medimos el cobre en sangre para ver si vamos subiendo el elesclomol-cobre y bajando el histidinato”, explica Palau, también ex director del CIBER de Enfermedades Raras.

Cuando pasen unos meses se obtendrán datos que determinen la eficacia de este tratamiento en Marco y entonces se abrirá un ensayo clínico que debe ser autorizado por las agencias reguladoras y cuyo objetivo será probar la eficacia y la seguridad de la terapia, explica Palau.

Una de las claves es seleccionar a los pacientes candidatos: “Si funcionara en Marco no quiere decir que funcione en todos los pacientes, hay que ser prudentes”, apunta el doctor, que está recibiendo ya llamadas de hospitales de otros países de Europa y Latinoamérica.

La esperanza es que esta terapia pionera en Marco pueda abrir camino para otros niños con la enfermedad ultrarrara de Menkes. EFE

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