Nombramiento del primer ministro libio abre las puertas a un poder paralelo

Trípoli, 10 feb (EFE).- La designación de Fathi Bashaga como primer ministro interino por parte de uno de los dos Parlamentos de Libia ahonda la incertidumbre política por sus dos poderes paralelos (el este y el oeste), toda vez que el actual jefe del gobierno transitorio, Abdulhamid Dbeibah, no ha reconocido al mencionado interino.

Trípoli, 10 feb (EFE).- La designación de Fathi Bashaga como primer ministro interino por parte de uno de los dos Parlamentos de Libia ahonda la incertidumbre política por sus dos poderes paralelos (el este y el oeste), toda vez que el actual jefe del gobierno transitorio, Abdulhamid Dbeibah, no ha reconocido al mencionado interino.

El Consejo de Diputados, situado en Tobruk (este), aprobó por unanimidad (147 votos de un total de 200) la candidatura de Bashagha después de que su único rival, el empresario Khaled Bibas, optara por retirarse para, de inmediato, denunciar un trato a favor al elegido.

Bashaga, de 59 años y originario de la ciudad-Estado de Misrata (oeste), es diplomado de la escuela de aviación y en 2016 coordinó las operaciones militares aéreas en suelo libio de la coalición internacional contra el autoproclamado Estado Islámico.

Su nombramiento es un eco del insólito cisma ocurrido en 2014, cuando surgieron dos ejecutivos enfrentados: el Gobierno de Acuerdo Nacional (GNA), liderado por Fayez al Sarraj y sostenido por Naciones Unidas en Trípoli (oeste); y otro en Tobruk (este), que no recibió reconocimiento internacional pero tuvo la tutela del mariscal Jalifa Hafter, hombre fuerte del país.

Por su parte, el Consejo Supremo del Estado, que hace el papel de Senado, negó haber recomendado cualquier candidatura al Parlamento, como lo aseguró su presidente Aquila Salah, por lo que anunció una sesión de emergencia este sábado para adoptar una posición oficial al respecto.

El portavoz del llamado Ejército Nacional Libio (LNA) --la milicia liderada por Hafter--, Ahmed Al Mismari, saludó la designación de Bashaga y le invitó a trabajar junto a las autoridades militares y de seguridad para proteger al Estado del chantaje y allanar el camino para los comicios.

Un día antes, el actual jefe del gobierno de transición, Abdulhamid Dbeibah, en el poder desde el pasado mes de marzo, declaró que continuará su mandato hasta la celebración de los comicios, que propone para junio mientras asegura que sólo transferirá el poder a un gobierno electo.

Este jueves en la madrugada, según confirmó una fuente próxima del dirigente al diario local "The Libya Observer", Dbeibah sufrió un intento de asesinato por parte de varios individuos con armas de fuego cuando se encontraba en su vehículo de regreso a su domicilio familiar en Trípoli.

Este empresario de la construcción, que se hizo millonario en tiempos de la derrocada dictadura, fue designado en febrero de 2021 por el Foro de Diálogo Político para Libia (FDPL), un organismo creado "ad hoc" por la ONU e integrado por 75 responsables de todo el país con objeto de unificar las instancias nacionales, mantener el alto el fuego y celebrar los comicios.

Después de que la Comisión Electoral aplazara, a sólo 48 horas del escrutinio, las elecciones presidenciales del 24 de diciembre, debido a los conflictos entre el poder político y judicial, el Parlamento consideró que su mandato "expiró" desde entonces al no haber logrado su cometido.

Sin embargo, el FDPL decidió prolongar sus prerrogativas por un periodo de 18 meses hasta el próximo mes de junio.

Dbeibah se vio involucrado en una gran polémica tras anunciar su participación en la carrera presidencial pese a que había prometido durante su juramento al cargo que no se presentaría, por lo que fue acusado de socavar el proceso electoral.

La Asamblea aprobó este lunes una nueva hoja de ruta para preparar la siguiente etapa del proceso de transición; una iniciativa que contempla una nueva instancia electoral y un comité formado por 24 miembros que representen las tres regiones del país: Tripolitania, Cirenaica y Fezzan. ESta

Esta nueva instancia se encargará de redactar la nueva Constitución, que culminará con la celebración de elecciones legislativas y presidenciales en un plazo mínimo de 14 meses una vez sea aprobada.

Este panorama indica que Libia es un estado fallido, víctima del caos y la guerra civil, desde que en 2011 la OTAN contribuyera a la victoria de los distintos grupos rebeldes contra el déspota Muamar al Gadafi, en el poder durante 42 años. EFE

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