Odermatt se confirma ante la virgen, el monje y el ogro

Adrian R. Huber

Adrian R. Huber

Madrid, 16 ene (EFE).- El suizo Marco Odermatt confirmó su candidatura a ganar la Copa del Mundo de esquí alpino este fin de semana, ante su afición, en Wengen; donde, con su victoria en el supergigante y un segundo y un cuarto puesto en los dos descensos disputados, reforzó un liderato que ahora es de casi 400 puntos de ventaja sobre el noruego Aleksander Aamodt Kilde, ganador del gran Globo de Cristal hace dos temporadas y segundo en la actual edición.

Odermatt, de 24 años, que ya había brillado hace cuatro en los Mundiales júnior de Davos (Suiza) -donde capturó cinco oros (gigante, combinada, supergigante, descenso y por equipos)- ya advirtió seriamente de su tremendo potencial la pasada campaña, en la que se quedó a sólo 167 puntos de Alexis Pinturault, primer francés que capturaba la gran Bola de Cristal desde que lo hiciese por última vez Luc Alphand, en 1997.

Este fin de semana, Odermatt, nacido en Buochs -en el cantón de Nidwalden-, un esquiador completo que firma victorias y podios en descensos, supergigantes y gigantes, confirmó su candidatura en la bella estación del Oberland bernés, que 'presiden' los picos Jungfrau ('Virgen', de 4.158 metros), Mönch ('Monje', de 4.110) y Eiger ('Ogro', de 3.967). Después de ganar el pasado domingo el prestigioso gigante de Adelboden, asimismo en Suiza, Odermatt hizo vibrar de nuevo a la afición helvética al ganar el súpergigante del jueves, antes de acabar segundo el descenso 'corto' del viernes y cuarto en la versión sin recortes del descenso del Lauberhorn, el más largo del calendario, de más de cuatro kilómetros.

Odermatt, a quien no pocos comparan con su compatriota el mítico Pirmin Zurbriggen -cuatro veces ganador de la gran Bola de Cristal, campeón olímpico de descenso en Calgary'88 (Canadá) y cuádruple campeón mundial- intercambió posiciones un día después, en el primero de los descensos, con Kilde; que demuestra cada fin de semana que no ganó por casualidad la general hace dos temporadas. Y el sábado acabó con un notable cuarto puesto el prestigioso descenso de Wengen, que se anotó el austriaco Vincent Kriechmayr por delante del suizo Beat Feuz -ganador de los últimos cuatro globos de la disciplina y tercero el viernes- y del italiano Dominik Paris.

En Wengen se escenificó el traspaso de poderes en el cuartel de la Confederacion Helvética. Carlo Janka, último suizo en ganar la general de la Copa del Mundo (en 2010, año en el que logró oro olímpico en gigante -en Vancouver (Canadá)-, una temporada después de capturar el título mundial en esa disciplina) disputó el sábado la última prueba de su brillante carrera; que, sin lesiones, hubiese sido aún más sobresaliente. Y le cedió el bastón de mando a Odermatt. En un descenso en el que Kriechmayr confirmó su condición de actual campeón del mundo de la disciplina y cuyo triunfo cuestionaron los técnicos suizos, ya que el austriaco, recién recuperado del covid-19, no había participado en los entrenamientos previos a la prueba reina.

Y si emocionantes fueron las disciplinas de velocidad, no lo fue menos en Wengen el eslalon de este domingo, que se resolvió de forma sorprendente, con la victoria del joven noruego Lucas Braathen. De madre brasileña, Braathen, de 21 años -ganador el curso pasado en el gigante de Sölden (Austria)-, festejó su segunda victoria en la Copa del Mundo con la gran remontada de la temporada: era vigésimo noveno tras la primera manga y acabó victorioso, por delante del suizo Daniel Yule y del italiano Giuliano Razzoli, oro olímpico de la disciplina hace 12 años, en Vancouver, y que llevaba seis años sin subir a un podio de la competición de la regularidad.

Odermatt, que podría culminar una temporada de ensueño si sale triunfador también de los Juegos Olímpicos de Pekín, el mes que viene, lidera la Copa del Mundo con 1.075 puntos, 390 más que Kilde; que encabeza la Copa de supergigante, con 61 unidades más que el anterior.

Paris lidera la de descenso y el noruego Sebastian Foss-Solevaag, sexto este domingo, la de eslalon.

Las mujeres compitieron en Altenmarkt-Zauchensee (Austria), donde la noticia fue que el sábado no ganó la italiana Sofia Goggia -oro olímpico de descenso hace cuatro años en PyeongChang (Corea del Sur)-, vencedora en las últimas siete carreras en las que había participado. Goggia se cayó en el descenso del sábado, que ganó la suiza Lara Gut, que también apuntará muy alto en los Juegos de invierno y a la que entrena el español José Luis Alejo.

Este domingo, Goggia, aún dolorida del percance, sólo pudo ser decimonovena en una prueba que ganó su compatriota Federica Brignone, que hace dos temporadas se convirtió en la primera italiana en ganar la general de la Copa del Mundo.

Goggia perdió la oportunidad de acortar distancias y, aunque sigue encabezando las dos clasificaciones de velocidad, es tercera en la relación principal de una competición que se jugarán, casi con total seguridad, la estadounidense Mikaela Shiffrin -que a los 26 años hace tiempo que lo ha ganado todo, entre ello tres veces la gran Copa- y la eslovaca Petra Vlhova, de idéntica edad, última ganadora de la competición y primera de esa nacionalidad en conseguirlo.

Shiffrin -que comparte entrenamientos y vida privada con Kilde- no compitió en Austria, donde Vlhova -que al igual que la anterior domina las pruebas técnicas- acabó decimoctava este domingo, después de haber sido vigésima sexta el sábado.

La súper-campeona de Vail (Colorado) encabeza la general con 966 puntos, 37 más que la eslovaca.

La Copa del Mundo se reanudará el próximo fin de semana con el fin de semana estelar de Kitzbühel (Austria), donde los hombres disputarán dos descensos -en la Streif, la pista más peligrosa del circuito- y un eslalon. Mientras, las mujeres competirán en la no menos bella Tofana, la pista que albergará, en Cortina d'Ampezzo (Italia), un descenso, el sábado; y u supergigante, el domingo. EFE

arh/jl