Ollero: el riesgo de la sentencia sobre el aborto era partir en dos al TC

Rafael Martínez

Rafael Martínez

Madrid, 30 ene (EFE).- Tras casi una década en el Constitucional, el magistrado Andrés Ollero no logró elevar al pleno el borrador del recurso contra la Ley del aborto porque "lo que había en juego es que hubiera una solución de consenso que no partiera en dos al tribunal", algo que no habría beneficiado a la sociedad.

Hace poco más de dos meses, Ollero cesó como magistrado del tribunal presumiendo de un bagaje de 153 sentencias como ponente pero consciente de que todas las miradas se dirigen hacia aquella que no culminó, el recurso del PP contra la ley del aborto, uno de los asuntos más trascendentes en la historia del tribunal. LLeva casi 12 años en el cajón.

En entrevista con Efe, el magistrado y exdiputado del PP justifica que durante su estancia en el tribunal "no había un consenso que facilitara un resultado adecuado" porque "el problema no es que haya dos posturas contrapuestas, sino que había posturas muy matizadas difíciles de encajar unas con otras".

"Evidentemente he buscado el consenso, quizás en algún caso no era necesario porque ya se partía de la base de que no todos iban a estar de acuerdo. A lo mejor me he equivocado al calibrar, con todos no he hablado, pero mas o menos sondeaba la situación", explica Ollero, quien deja claro que "nunca, nunca, nunca, ni públicamente ni privadamente" ningún compañero le ha urgido a llevarlo a pleno.

Esa era una cuestión que trataba exclusivamente con el presidente, si bien "ninguno" de los tres presidentes con los que coincidió (Pascual Sala, Francisco Pérez de los Cobos y Juan José González Rivas) tuvo intención de elevar a pleno la cuestión porque "estaban todos de acuerdo en intentar que saliera una resolución que no fuera como la anterior" de 1985 sobre el aborto, que dividió al tribunal en dos y que se decidió con el voto del presidente García Pelayo.

No obstante, hubo un amago en los últimos meses del pasado año. "Solamente ya muy al final el presidente sí que me hizo ver que en enero debería ya de llevarse al pleno", reconoce el magistrado.

Esa posibilidad coincidió en el tiempo con la presentación de dos querellas en el Supremo contra Ollero y los tres expresidentes que el tribunal rechazó al no ver delito en esa demora de casi 12 años.

Y una demanda de un grupo de 22 diputados firmantes del recurso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, que hace unos días ha admitido a trámite para resolver si el TC ha incumplido con su obligación de emitir sentencia. Ollero desconoce si Rivas se sintió presionado para intentar maniobrar al final de su mandato, pero sí deja claro una cuestión: "Europa no nos produce ningún temor".

Aunque no quiere hablar de falta de voluntad de los presidentes para resolver el tema, lo cierto es que para el actual, Pedro González Trevijano, el aborto se ha convertido en una prioridad y quiere que Enrique Arnaldo, quien ha asumido la ponencia de Ollero, presente un borrador antes de junio.

Hombre de sólidas convicciones religiosas, Ollero defiende que su borrador se articuló únicamente en base a "argumentos jurídicos" porque "cuando uno hace un borrador sabe que tiene que conseguir el voto de la mayoría, no tiene mucho sentido intentar emparejar una cosa con otra".

La ley del aborto lleva más de una década en vigor, el aborto no es un tema de las últimas campañas electorales y el PP renunció a reformar la ley, pero estos factores no impedirían al TC declarar inconstitucional la norma porque "si una ley va en contra de la Constitución, se dirá, eso es una cosa clara".

Esto es así porque el recurso tiene toda la legitimidad ya que nadie ha pedido su retirada, lo que hubiera conllevado una pérdida de objeto, "un hecho que, aunque no es frecuente, no es insólito".

LA LLAMADA DE SÁENZ DE SANTAMARÍA

Diputado del PP durante 17 años, revela que sólo ha recibido una llamada de Génova en sus años en el TC. "Fue de Soraya (Sáenz de Santamaría) para comunicarme que de acuerdo con Rubalcaba habían decidido que no fuera presidente del TC y yo le dije: 'La verdad este no es un problema de ustedes, sino de los magistrados'. Me sorprende mucho esta llamada. Y le dije que me reservaba el derecho a hacerla pública".

Esa llamada le molestó, porque aunque no había hecho ningún intento para ser el presidente, sabía que le tocaba de acuerdo a las normas no escritas del tribunal. Le dieron un motivo "que no tiene mucho que ver con la elección de un presidente del TC".

"Estaba en juego la secretaria general del PSOE y según Rubalcaba, si yo era el presidente, Pedro Sánchez iba a coger esa bandera y Susana Díaz no sería secretaria".

SUS VOTOS A FAVOR Y EN CONTRA DEL ESTADO DE ALARMA

"Fue un alarde de coherencia el votar de forma distinta", dice Ollero, para quien "las medidas del primer estado de alarma eran proporcionadas" y "las del segundo, desproporcionadas". En las filas conservadoras costó entender esta postura, pero Ollero pone como ejemplo que sus 69 votos particulares en el TC están repartidos: 33 contra sentencias de mayoría calificada conservadora y 36 de los denominados progresistas.

Eso sí, descarta en ambos casos que el instrumento jurídico adecuado fuera el estado de excepción, ya que "es algo que no esta previsto para una pandemia; es algo que está previsto para que haya un señor con un tanque en la calle o para que haya una situación de un descontrol absoluto".

"EL 'PROCÉS' SE HA LLEVADO DE FORMA EJEMPLAR"

Ollero presume de la actuación del tribunal respecto del "procés", buscando el consenso que "es algo en lo que todos quedan razonablemente insatisfechos", hasta que con las recusaciones se perdió esa unanimidad, con votos particulares que serán utilizados por los condenados en sus recursos en Europa.

No obstante, no cree que esté en juego la imparcialidad e independencia de la Justicia española, porque "el TC está aplicando la Constitución. Luego ya si Estrasburgo considera otra cosa, encantado de la vida, cada uno tiene su función. EFE

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