Oriol Mitjà: "La vigilancia será insuficiente para controlar la séptima ola"

Barcelona, 22 feb (EFE).- El investigador del Hospital Germans Trias de Badalona (Barcelona) Oriol Mitjà ha advertido de que solo con un sistema de vigilancia epidemiológica con centros centinelas, como el que plantea el Departamento de Salud de la Generalitat, no se podrá controlar la más que probable séptima ola de covid, que sitúa en el plazo de 6 a 8 meses.

Barcelona, 22 feb (EFE).- El investigador del Hospital Germans Trias de Badalona (Barcelona) Oriol Mitjà ha advertido de que solo con un sistema de vigilancia epidemiológica con centros centinelas, como el que plantea el Departamento de Salud de la Generalitat, no se podrá controlar la más que probable séptima ola de covid, que sitúa en el plazo de 6 a 8 meses.

Así lo avisa en una entrevista con Efe uno de los infectólogos más escuchados en la esfera comunicativa en los dos años de pandemia en Cataluña, una exposición pública no exenta de costes personales -ha recibido tanto elogios como reprimendas, y alguna que otra amenaza-, pero que le ha permitido influir en la opinión pública y divulgar la ciencia.

Mitjà (Barcelona, 1980) se ha caracterizado por ser crítico con la lentitud de las administraciones para reaccionar ante las sucesivas olas de la covid y ahora, como uno de los miembros del comité científico asesor del Govern, quiere que Cataluña esté preparada para los siguientes desafíos pandémicos.

"Mientras continúe habiendo transmisión en el globo terrestre y no se haya erradicado la covid, podrían haber olas con mayor o menor gravedad y tenemos que tomar decisiones sobre cómo nos preparamos para la próxima, y no entrar en pánico cuando llegue", ha destacado el investigador.

¿Pero cuándo llegaría esta séptima ola? Tras la fuerte campaña de vacunación con terceras dosis y los miles de infectados con ómicron de la sexta ola, Mitjà prevé al menos seis meses de "tranquilidad", pero a partir de ahí pueden haber cambios.

"La población perderá inmunidad y, si entra una nueva variante, puede provocar una nueva ola, y esto es razonable que pueda pasar en los próximos 6 u 8 meses, pero dependerá de circunstancias y variables que aparezcan", ha pronosticado.

En el plazo más corto, el Departamento de Salud de la Generalitat catalana, dirigido por el conseller Josep Maria Argimon, prevé para abril dejar de contar cada caso y pasar a un sistema de vigilancia epidemiológica con algunos centros centinelas, que se encarguen de hacer diagnósticos de forma sistematizada, para ir haciendo una fotografía de la incidencia del coronavirus.

Según Mitjà, esto "es insuficiente para poder controlar la séptima ola de la covid" que probablemente vendrá, porque solo servirá para avisar de cuándo puede llegar y con una antelación corta, de dos semanas.

Para tener una mayor capacidad de anticipación, sería necesario acompañar esta medida de análisis de aguas residuales, para detectar restos de coronavirus, o de un sistema de inteligencia epidemiológica que, con modelos matemáticos, analice en el contexto global la aparición de nuevas variantes.

Además, cuando se identificara la señal de riesgo de nueva ola, se debería lanzar "un paquete de medidas para proteger a la población", entre las que ha destacado una campaña de vacunación con dosis de refuerzo, una protección especial a personas vulnerables (deberían tener un circuito asistencial diferenciado del resto de la población, con test para todos y acceso equitativo en todo el territorio a medicamentos que reduzcan la gravedad) e instaurar aparatos de control ambiental en espacios donde no los hay, como restauración o escuelas.

Estas medidas podrían contribuir a reducir la mortalidad de la siguiente ola, después de que la sexta haya registrado unas 300 defunciones por millón de habitantes, por encima de la cuarta y la quinta (200 cada una), y aún muy lejos de las 100 muertes que deja la gripe.

Así, no estamos aún en una transición hacia una covid endémica, lo que también se conoce como "gripalización", porque eso ocurre cuando "el numero de muertes es persistentemente bajo y sin previsión razonable de nuevas olas", ha destacado el infectólogo.

"Sociológicamente, ha habido la necesidad de ir un poco más deprisa de lo que recomendaba la ciencia", por el cansancio de dos años de pandemia, pero, por muy deseado que sea, el fin no ha llegado, ha asegurado.

"La previsión razonable es que continuarán habiendo nuevas olas pandémicas en los próximos meses; no podemos declarar el fin de la pandemia ni la transición a la endemicidad, por lo que tiene que continuar habiendo medidas de control de la infección y preventivas, que puedan reducir el número de muertes en las olas sucesivas", ha incidido.

Este es "El mundo que nos espera", el título de su próximo libro, editado por Planeta y que llega a las librerías el 30 de marzo, en cuyas páginas Mitjà hace una reflexión "filosófica y científica" sobre la "otra normalidad" que nos tocará vivir, necesariamente más preparada para pandemias y más respetuosa con el medio ambiente. EFE

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