El primer ministro somalí acusa al presidente de "interrumpir" las elecciones

Mogadiscio, 27 dic (EFE).- El primer ministro de Somalia, Mohamed Hussein Roble, acusó al presidente Mohamed Abdullahi Mohamed Farmaajo de intentar "interrumpir" las próximas elecciones y ordenó a las fuerzas de seguridad que sigan sus órdenes, pocas horas después de que el mandatario suspendiera los poderes de Roble.

Mogadiscio, 27 dic (EFE).- El primer ministro de Somalia, Mohamed Hussein Roble, acusó al presidente Mohamed Abdullahi Mohamed Farmaajo de intentar "interrumpir" las próximas elecciones y ordenó a las fuerzas de seguridad que sigan sus órdenes, pocas horas después de que el mandatario suspendiera los poderes de Roble.

"Insto a las Fuerzas Armadas a responder directamente ante el Gobierno. Tomaré medidas inmediatas contra cualquiera que se oponga a esta orden", dijo Roble en una rueda de prensa en Mogadiscio.

Asimismo, Roble acusó al presidente Farmaajo de intentar "mantenerse en su cargo de manera ilegal", según recogen medios locales.

Esta mañana, el presidente somalí ordenó la suspensión de los poderes del primer ministro hasta que se complete la investigación de un supuesto caso de corrupción en su contra.

A través de Twitter, la oficina de Roble calificó la decisión del presidente Farmaajo como “un intento fallido para apoderarse militarmente de la Oficina del primer ministro” y “una violación de la Constitución y otras leyes”.

Este paso se produjo después de que ambos líderes aireasen el pasado domingo sus diferencias sobre la organización de las elecciones en este país del Cuerno de África.

En un comunicado, la Presidencia señaló que Roble "representa una seria amenaza para el proceso electoral y se extralimita en su mandato".

Por su parte, la oficina del primer ministro respondió diciendo que el presidente Farmaajo había empleado "tanto tiempo, energía y finanzas en frustrar las elecciones nacionales", que estaba "descarrilando el proceso electoral".

UNAS ELECCIONES INCOMPLETAS

Aunque la fecha límite para que Somalia complete sus elecciones parlamentarias era el 24 de diciembre, hasta ahora sólo 24 de los 275 parlamentarios de la Cámara baja han sido elegidos después de que esos comicios comenzaran el 1 de noviembre.

Los 54 senadores de la Cámara alta del Parlamento ya fueron designados en los estados que conforman el país.

Las elecciones presidenciales estaban programadas en Somalia para el pasado 10 de octubre, pero no se pudieron celebrar por desacuerdos políticos.

El mandato del presidente somalí venció el pasado 8 de febrero y el día 12 de ese mes la Cámara baja votó a favor de prorrogarlo dos años, decisión que rechazó el Senado al considerarla inconstitucional por carecer de la aprobación de ambas Cámaras.

La situación provocó una gran crisis política y el 25 de abril estallaron en Mogadiscio tiroteos en un enfrentamiento entre facciones opuestas del Ejército -a favor y en contra de la extensión del mandato-, que dejaron al menos 13 muertos y 22 heridos, la mayoría militares, según confirmaron a Efe fuentes médicas.

A finales de abril, Farmaajo anunció que renunciaba a prorrogar su mandato y otorgó a Roble -contrario a la extensión- dirigir la preparación y desarrollo de los comicios.

El estancamiento de las elecciones supone una distracción respecto a problemas muy importantes de Somalia, como la lucha contra el grupo yihadista Al-Shabab, que controla áreas rurales del centro y sur del país, según algunos analistas.

Esta mañana, después del anuncio del presidente Farmaajo, hubo un fuerte despliegue militar en la capital somalí y efectivos de las Fuerzas Armadas trataron de impedir a Roble acceder a sus oficinas, situadas en el recinto de Villa Somalia, la residencia oficial del presidente somalí.

La embajada de los Estados Unidos en Somalia instó a "los líderes" del país a "tomar medidas inmediatas para reducir las tensiones en Mogadiscio, no realizar acciones provocativas y evitar la violencia".

Somalia vive en un estado de conflicto y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barre, lo que dejó al país sin Gobierno efectivo y en manos de señores de la guerra y milicias islamistas, como Al Shabab. EFE

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