Tres refugiados eritreos murieron en un ataque aéreo en el norte de Etiopía

Adís Abeba, 7 ene (EFE).- Tres eritreos murieron este miércoles durante un ataque aéreo en un asentamiento de refugiados de Tigré, en el norte de Etiopía, región donde el Gobierno federal libra una guerra con los rebeldes del Frente Popular de Liberación de Tigré (FPLT), informó hoy la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).

Adís Abeba, 7 ene (EFE).- Tres eritreos murieron este miércoles durante un ataque aéreo en un asentamiento de refugiados de Tigré, en el norte de Etiopía, región donde el Gobierno federal libra una guerra con los rebeldes del Frente Popular de Liberación de Tigré (FPLT), informó hoy la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).

El ato comisionado de ACNUR, Filippo Grandi, explicó en un comunicado que dos de los tres eritreos muertos eran niños y llamó a todos los bandos de la guerra del norte de Etiopía a "respetar los derechos de los civiles, incluidos los refugiados".

"Los asentamientos de refugiados siempre deben ser protegidos", añadió Grandi, quien recordó que esta obligación está en línea con las leyes internacionales que se aplican a los conflictos armados.

El incidente ocurrió en un campamento de refugiados conocido como Mai Aini y también dejó al menos cuatro heridos, indicó ACNUR.

La región norteña de Tigré acoge en este momento a unos 37.000 refugiados, muchos de ellos procedentes de Eritrea, según datos de ACNUR, considerado uno de los países más herméticos del mundo y al que el FPLT acusa de colaborar con el Ejército federal de Etiopía.

Según la ONU, unos 5,2 millones de personas necesitan ayuda humanitaria en Tigré y las regiones vecinas Amhara y Afar debido a esta guerra, que estalló en noviembre de 2020.

La situación humanitaria ha empeorado en los últimos meses debido a los asesinatos de civiles, los saqueos y la destrucción de centros de salud e infraestructuras agrícolas, lamentó ACNUR.

Asimismo, alrededor de dos millones de personas han tenido que abandonar sus hogares debido a la violencia.

Sin embargo, la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) lamentó este jueves los obstáculos que encuentran los trabajadores humanitarios para acceder a las zonas afectadas, donde persiste un escenario "impredecible y volátil".

"Varias organizaciones de la ONU y ONG se verán obligadas a cesar sus operaciones en Tigré si no reciben pronto suministros humanitarios, gasolina y dinero en efectivo", advirtió OCHA.

En este sentido, el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, también señaló este jueves que solamente el 12 % de los camiones con ayuda alimentaria que esta organización internacional ha preparado desde el pasado 12 de julio pudo entrar a la región de Tigré.

Además, Dujarric añadió que, desde el pasado 15 de diciembre, ningún camión de la ONU ha podido atravesar la línea del frente y llegar hasta Tigré, si bien no atribuyó este bloqueo a ningún bando.

La guerra de Tigré estalló el 4 de noviembre de 2020, cuando el Gobierno federal ordenó una ofensiva en contra del FPLT -partido político que gobernaba la región- en represalia por un ataque contra una base militar federal y tras una escalada de tensiones políticas.

Desde finales de octubre de 2021, el FPLT consiguió avanzar sus posiciones hacia el sur y amagó con la posibilidad de marchar sobre Adís Abeba, que también es sede de la Unión Africana.

El temor a que los rebeldes pudiesen atacar la capital de Etiopía -segundo país más poblado de África y un importante aliado de Occidente en la región- animó los esfuerzos diplomáticos de la comunidad internacional para conseguir una solución negociada.

Sin embargo, el impulso del FPLT parece haberse evaporado -a finales de diciembre anunció la retirada de sus tropas a Tigré- y las tornas han girado a favor de las tropas gubernamentales, mientras sigue sin avistarse una solución política a la contienda. EFE

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