Rusia vs Ucrania, un partido en Ámsterdam con sensibilidades políticas

Imane Rachidi

Imane Rachidi

Ámsterdam, 4 feb (EFE).- Rusia y Ucrania se enfrentan este viernes en Ámsterdam en la semifinal de Futsala, un partido que se juega a la sombra de las tensiones en la frontera entre los dos países.

Aficionados de ambos equipos acudieron al recinto Ziggo Dome de la capital de Países Bajos sin ocultar el trasfondo político de este encuentro, aunque evitando provocaciones.

Saben que no es bonito mezclar política y deporte, pero también son conscientes de que los movimientos diplomáticos ante las especulaciones sobre una invasión rusa a territorio ucraniano convierten este partido en un duelo deportivo delicado. “Vamos a ganar, como ganaríamos una guerra”, sentencia un joven ucraniano, mientras rehuye la cámara.

“Estoy aquí porque me gusta el fútbol, juego desde que soy muy pequeño y siempre he ido a ver los grandes partidos del equipo ucraniano. No quiero hablar de política porque es un tema complejo, pero este juego va a ser importante para nuestra tierra”, añade a Efe Román, de 52 años, que viene de Ucrania a ver el partido.

Es un día gris y frío en Ámsterdam, con cuatro grados de temperatura y con lluvia intermitente. Un partido de fútbol sala habría pasado prácticamente desapercibido para los no aficionados, pero cuando quienes compiten en busca de clasificarse para la final de un campeonato de Europa son Rusia y Ucrania, las gradas se tiñen de geopolítica e historia.

María tiene 31 años, vive en Ámsterdam y sí quiere hablar de política: “He venido a apoyar a mi equipo y rezo para que gane Ucrania. Es cuestión de principios porque nuestro oponente es Rusia, que lleva en guerra con Ucrania ocho años. Queremos parar eso y decirle al mundo que Ucrania está en peligro”, subraya, envuelta en los colores de la bandera azul y amarilla.

Oyendo tambores de guerra, la UEFA ha establecido un plan especial de seguridad junto a los organizadores neerlandeses para evitar contratiempos o incidentes durante la semifinal de Fútbol Sala entre estos dos grandes rivales. Rusia se clasificó tras desbancar a en cuartos de final a Georgia, lo mismo que hizo Ucrania con Kazajistán, que era de los favoritos.

Román no ve peligro de choques. “No creo que pase nada después del juego, y espero que nada pase ni en un mes, ni en un año” sobre el terreno, desea. La realidad es que los que más se han animado a ver el partido desde las gradas son los aficionados ucranianos.

El ganador de este “Derby” se enfrentará el domingo en la final al equipo que se imponga en el partido entre España y Portugal, que se juega también hoy.

En sus comparecencias, ambos grupos han tratado de calmar el ambiente. “Es un partido especial porque es la semifinal, da igual a quién nos enfrentemos”, dijo el capitán ruso Sergei Abramov, lo que el entrenador ucraniano Sergei Skorovich reafirmó: “El fútbol sala siempre atrae comentarios no deportivos, pero sabemos mantenernos al margen y centrarnos”.

La UEFA ha tratado de que no coincidan desde la crisis de Crimea, en 2014, y el único cara a cara deportivo entre los dos lo protagonizó la selección femenina de futsala en la Eurocopa 2019.

Y el país anfitrión no es territorio neutral. Las tensiones entre Países Bajos y Rusia se dispararon tras la adhesión de Crimea en 2014, pero también por la tragedia del MH17, el avión de Malasia Airlines derribado en el este de Ucrania el 17 de julio de ese año presuntamente con un sistema de lanzamisiles buk de fabricación rusa.

El avión tenía 298 personas a bordo, en su mayoría neerlandeses. El gobierno de Mark Rutte acusa a Moscú de estar detrás de esa tragedia y la Justicia de Países Bajos inició en marzo de 2020 un juicio en rebeldía a tres rusos y un ucraniano acusados de estar involucrados en la preparación del derribo. Rusia niega tener relación con lo ocurrido.

Rutte viajó esta semana a Kiev para trazar líneas rojas: si las conversaciones diplomáticas no ofrecen una solución, una agresión rusa tendrá “graves consecuencias”.

Habló con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, del MH17, de Moscú y del envío de expertos a Ucrania para prevenir ciberataques. Ambos líderes colocaron rosas rojas en el muro conmemorativo de los soldados fallecidos en el conflicto en el este de ucraniano,

Desde el otro lado de la frontera, el presidente ruso Vladimir Putin acusaba a los países occidentales de provocar una guerra.

El fútbol es un elemento de conexión dentro del propio país en tiempos turbulentos, pero puede ser un factor de división entre aficionados de diferentes naciones. Quizás sin llegar a las patadas y puñetazos del “baño sangriento” de Melbourne, aquel duelo de waterpolo entre la URSS y Hungría en 1956, unos meses tras la ocupación de Budapest por el Ejército Rojo. EFE

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