Violencia de género

¡Escándalo en Argentina! Alberto Fernández enfrenta graves acusaciones de violencia doméstica

El expresidente argentino, Alberto Fernández. Kay Nietfeld / Archivo
El expresidente argentino Alberto Fernández es investigado por presuntas agresiones y amenazas contra su exesposa Fabiola Yáñez, lo que ha generado gran repercusión y su renuncia al Partido Justicialista.

El expresidente de Argentina, Alberto Fernández, enfrenta actualmente una investigación judicial en su país por "lesiones leves y graves" y "amenazas coactivas" contra su expareja, Fabiola Yáñez. Estas acusaciones, que Fernández niega, han provocado un intenso debate tanto en Argentina como en España, donde Yáñez reside actualmente. Durante su mandato presidencial, que se extendió desde 2019 hasta 2023, Fernández se presentó como un defensor de los derechos de las mujeres, siendo el impulsor de la creación del Ministerio de la Mujer, una entidad destinada a combatir la desigualdad de género y denunciar la violencia contra las mujeres.

En su informe, el fiscal Ramiro González describe una situación diferente a la que Fernández había promovido públicamente. Según el fiscal, Yáñez habría sido víctima de una relación marcada por "hostigamiento, acoso psicológico y agresiones físicas", todo en un contexto de violencia de género e intrafamiliar. Estas conductas se habrían intensificado después de que Fernández asumiera la presidencia en 2019. González también mencionó que, durante la relación, Fernández habría obligado a Yáñez a interrumpir un embarazo mediante un plan de hostigamiento que incluyó la frase "hay que resolverlo, tenés que abortar". Además, el fiscal se refirió a dos incidentes específicos en 2021, en los cuales Fernández habría agredido físicamente a Yáñez, causándole lesiones visibles en el ojo, una de las cuales habría sido documentada en una fotografía que Yáñez envió a su secretaria privada, María Cantero.

La investigación sobre Fernández comenzó a raíz de la información encontrada en el teléfono móvil de Cantero. El juez Julián Daniel Ercolini descubrió una foto y mensajes relacionados con las presuntas agresiones, lo que lo llevó a ponerse en contacto con Yáñez para notificarle. Inicialmente, ella no quiso presentar una denuncia, pero luego cambió de opinión.

Otro incidente relevante ocurrió el 12 de agosto de 2021, cuando, según la denunciante, Fernández le habría dado una patada en el vientre, a pesar de saber que podría estar embarazada en ese momento. Este episodio se produjo el mismo día en que se filtró la "foto de Olivos", una imagen en la que Fernández y Yáñez aparecen en un festejo de cumpleaños durante el confinamiento por la pandemia de covid-19, cuando las reuniones estaban prohibidas.

El fiscal González también ha citado a varios testigos clave en la investigación, incluyendo a la madre de Yáñez, Miriam Yáñez Verdugo, quien reside con ella en Madrid, y al doctor Federico Saavedra, médico de la Unidad Médica Presidencial, quien habría atendido a Yáñez tras una de las presuntas agresiones. También han sido convocados Cantero y Daniel Rodríguez, intendente de la Quinta de Olivos, donde residieron Fernández y Yáñez durante la presidencia.

En respuesta a estas acusaciones, Fernández presentó su renuncia al cargo de presidente del Partido Justicialista. En su renuncia, dirigida a Gildo Insfrán, apoderado del partido, Fernández expresó: "Con mi alma lastimada por tanto escarnio y siendo víctima de una cruel operación que también lastima a mis hijos, saludo a cada compañero y compañera con mi compromiso de siempre". Fernández añadió que su decisión tiene el propósito de evitar que el partido se vea afectado por los hechos que se le imputan, los cuales considera falsos.

Por su parte, La Cámpora, una organización kirchnerista liderada por Máximo Kirchner, respondió a las acusaciones distanciándose del escándalo y criticando a Fernández: "Nos duele y nos subleva que un expresidente banalice y burle banderas, premisas y conquistas que llevamos adelante los feminismos durante estos años". Además, el actual presidente de Argentina, Javier Milei, eliminó el Ministerio de la Mujer tras asumir el poder, y se refirió al caso Fernández como un ejemplo de "hipocresía progresista", afirmando en sus redes sociales que "la única solución" a la violencia de género es la firmeza contra los agresores.