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La izquierda antitolerante de Brasil censura la Red Social X: "Dictador y fraude", denuncia Elon Musk​

El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez (d), se reúne con el presidente brasileño, Lula da Silva, en el Palacio de La Moncloa en Madrid, España, el 26 de abril de 2023. Foto de ARCHIVO Europa Press / Contacto / Gustavo Valiente

Elon Musk, propietario de la red social X, conocida anteriormente como Twitter, ha encendido un fuego cruzado con el juez del Tribunal Supremo de Brasil, Alexandre de Moraes, a quien ha acusado de ser un "dictador y un fraude".

La situación en Brasil ha alcanzado un punto crítico tras la decisión del juez Alexandre de Moraes de ordenar la suspensión de la plataforma X en el país. La medida fue tomada como represalia por el incumplimiento de "órdenes judiciales" que la plataforma no había acatado, incluyendo la designación de un representante legal en Brasil. Musk, conocido por su estilo directo y sus declaraciones contundentes, no tardó en responder, acusando al magistrado de ser un "pseudojuez" que limita la libertad de expresión con fines políticos.

La suspensión de X y las multas impuestas

La red social X fue suspendida este sábado después de que las principales operadoras del país acataran la orden judicial. El juez de Moraes no solo ordenó el bloqueo de la plataforma, sino que además impuso multas diarias de hasta 8.000 euros contra personas o empresas que intenten sortear la prohibición. La empresa de Musk, que ya enfrenta multas en Brasil por un valor de 2,9 millones de euros por no eliminar contenido considerado ilegal, había anticipado el cierre y declaró que "no cumplirá las órdenes ilegales para censurar a opositores políticos".

La respuesta de Musk: "El régimen represor de Brasil"

El magnate estadounidense Elon Musk no se quedó callado. Acusó al juez de Moraes de haber quebrantado la ley nacional al ordenar la suspensión de la plataforma como una forma de represalia. En una serie de mensajes publicados en X, Musk anunció que a partir de mañana comenzará a publicar la "larga lista de crímenes" cometidos por el magistrado, acompañada de una detallada enumeración de "las leyes brasileñas que ha roto" con su dictamen.

"La libertad de expresión es la piedra angular de la democracia y un pseudojuez no elegido en Brasil la está destruyendo con objetivos políticos", declaró Musk. Además, calificó de "represiva" la decisión de imponer multas a quienes intenten acceder a X, argumentando que "el régimen represor de Brasil tiene tanto miedo de que la gente sepa la verdad que llevará a la ruina a quienes lo intenten".

Lula da Silva y la censura en Brasil

El enfrentamiento entre Musk y de Moraes se intensificó después de que Musk acusara a Lula da Silva de ser "el perrito faldero" del magistrado del Supremo. Esta controversia llega en un momento en que Brasil enfrenta serios cuestionamientos sobre su manejo de la libertad de expresión y la censura en la era digital. Lula da Silva y su administración han sido señalados por Musk como responsables de un entorno cada vez más restrictivo para las redes sociales y el libre flujo de información.

Un clima de tensión y censura

El juez de Moraes había ordenado previamente el bloqueo de cuentas asociadas con "milicias digitales" que estaban bajo investigación por difundir noticias falsas durante el gobierno de Jair Bolsonaro. Sin embargo, la falta de ejecución de estas órdenes judiciales ha exacerbado la tensión entre el empresario y el magistrado. Musk, que ya está siendo investigado en Brasil por presuntos delitos de obstrucción a la justicia, organización criminal e incitación al crimen, ha manifestado que el pueblo brasileño conocerá "sus crímenes" y que "no importa cuánto se esfuerce en impedirlo".

El futuro de X en Brasil

Mientras tanto, X sigue siendo la fuente de noticias más utilizada en Brasil, según Musk, quien subraya la importancia de la plataforma en el panorama informativo del país. A pesar de las amenazas de censura, el magnate ha dejado claro que no retrocederá en su lucha por lo que considera un derecho fundamental: la libertad de expresión. La situación en Brasil se presenta como un ejemplo más de la creciente tensión entre las grandes plataformas tecnológicas y los gobiernos, en un mundo donde la libertad de expresión está cada vez más en el centro del debate global.