Argentina

Milei hace lo impensable: ¡La inflación en Argentina, en caída drástica!

El presidente argentino, Javier Milei. EP
Javier Milei ha logrado reducir la inflación a 4% mediante la drástica reducción del déficit público. Sin embargo, enfrenta desafíos continuos, incluyendo una alta inflación anual y fluctuaciones del tipo de cambio.

Javier Milei asumió la presidencia de Argentina el 10 de diciembre de 2023 en un contexto económico marcado por una inflación mensual del 25%. Desde entonces, el mandatario ha implementado una serie de medidas que han logrado una notable reducción en la tasa de inflación. En julio de 2024, la inflación se redujo al 4%, el nivel más bajo registrado desde enero de 2022. Aunque Milei ha logrado avances significativos, aún enfrenta desafíos importantes en su gestión.

Una de las principales estrategias del presidente ha sido la reducción drástica del déficit público, especialmente a través de la disminución del gasto público. Esta política ha permitido a Argentina registrar un superávit presupuestario desde el primer mes de su administración. Según Diego Barceló, “la reducción de la inflación y el déficit traerán varias consecuencias muy positivas a la economía argentina”. Entre estos efectos se encuentra la disminución de la prima de riesgo, que refleja el nivel mínimo de financiación para el sector privado. Barceló indica que “aunque aún son tipos de interés prohibitivos, a medida que sigan bajando, más proyectos de inversión se harán viables y comenzará a florecer la inversión”.

La eliminación del déficit público ha resultado en una menor demanda de créditos nuevos por parte del Gobierno, lo que ha llevado a los bancos a aumentar el crédito a familias y empresas. Este aumento en el crédito estimula el consumo y la inversión. Con la caída de la inflación, la disminución de la prima de riesgo y los primeros signos de reactivación económica, se espera que aumente la confianza, lo que podría llevar a los argentinos a depositar su dinero en los bancos en lugar de guardarlo en efectivo, incrementando así los ingresos tributarios.

Sin embargo, la situación no está exenta de dificultades. A pesar de la reducción de la inflación al 4%, esta tasa sigue siendo alta, equivalente a una inflación anual del 60%. Además, se había anticipado que la inflación sería algo más baja. El ministro de Economía había pronosticado una tasa por debajo del 4% antes de la publicación de los datos. Por otro lado, la inflación subyacente experimentó un ligero aumento, pasando del 3,7% en junio al 3,8% en julio.

Julio también fue un mes complicado para Milei, con una desestabilización significativa en el tipo de cambio entre el dólar y el peso, que requirió la intervención del Banco Central para su corrección. Sin embargo, el impacto en la inflación podría haber sido mayor.

En resumen, aunque Milei ha tenido éxito en reducir la inflación y mejorar algunos indicadores económicos, el camino hacia una estabilidad económica total sigue siendo desafiante. El presidente deberá mantener sus políticas para continuar con la reducción de la inflación y evitar caer en la tentación de relajar las medidas.