Estados Americanos

La OEA exige de manera unánime a Venezuela la presentación de actas electorales y respeto a los derechos humanos

Luis Almagro, Secretario General de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en el quincuagésimo segundo período ordinario de sesiones de la Asamblea General de la Organización de los Estados Americanos (OEA).

En un movimiento unánime, el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos (OEA) ha aprobado una resolución que insta al Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela a publicar las actas electorales, al tiempo que pide a las autoridades del país abstenerse de cualquier conducta que comprometa la construcción de una salida pacífica a la crisis.

La Organización de Estados Americanos (OEA), a través de su Consejo Permanente, ha dado un paso firme en la crisis política venezolana al aprobar una resolución que exige la publicación de las actas electorales de las recientes elecciones presidenciales en Venezuela. Esta decisión llega en un momento crítico, en el que la transparencia y la legitimidad del proceso electoral están bajo intenso escrutinio internacional.

El texto de la resolución, aprobado de manera unánime, subraya la necesidad de que el CNE publique las actas, al tiempo que reafirma el principio fundamental de la soberanía popular. La resolución destaca la importancia de una verificación imparcial de los resultados para garantizar la credibilidad y legitimidad del proceso electoral, instando a la protección y preservación de todos los equipos y documentos relacionados con la votación.

Este llamado a la transparencia no se limita únicamente a las actas electorales. La OEA también hace hincapié en la protección de las instalaciones diplomáticas y del personal residente en Venezuela, incluyendo a aquellos que han solicitado asilo en dichas instalaciones. La resolución cita el Derecho Internacional y la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares como marcos legales que deben ser respetados en este contexto.

En un claro mensaje al Gobierno de Nicolás Maduro, la resolución exige el respeto a los Derechos Humanos y las libertades fundamentales. Esto incluye el derecho a la vida, la libertad, y la seguridad, así como el derecho a reunirse pacíficamente y ejercer plenamente los derechos civiles y políticos sin temor a represalias. Además, la OEA subraya la importancia de garantizar un juicio imparcial y evitar las detenciones arbitrarias.

Estos principios, según la resolución, deben ser una prioridad absoluta no solo para Venezuela, sino para todos los Estados de las Américas. La solidaridad con el pueblo venezolano es evidente en el compromiso de los países miembros de la OEA de permanecer atentos a la evolución de la situación en el país.

El texto también recuerda los acuerdos alcanzados en la Ciudad de México en 2021 y el acuerdo firmado en Barbados en 2023 entre el Gobierno venezolano y la oposición. Estos acuerdos representan esfuerzos pasados para encontrar una solución pacífica a la crisis, y la OEA insta a las partes a respetar los compromisos adquiridos.

Este movimiento de la OEA se produce tras un intento fallido a principios de agosto de emitir una resolución conjunta debido a las abstenciones de varios países, entre ellos Bolivia, Brasil y Colombia. La falta de consenso en esa ocasión reflejó las divisiones políticas en la región, pero la reciente resolución unánime marca un cambio en la postura colectiva hacia la situación en Venezuela.

El secretario general de la OEA, Luis Almagro, ha sido una voz crítica durante todo el proceso. Almagro ha recordado que el CNE declaró un presidente sin un solo documento que respaldara su decisión, en flagrante contradicción con la documentación relevada por los testigos de mesa. Este hecho ha exacerbado las tensiones, dado que se ha denunciado la persecución y represión de voces disidentes, la coacción a la libertad de expresión, y la detención de periodistas bajo cargos de terrorismo.

Almagro también ha señalado las limitaciones al derecho a la información impuestas por el Gobierno venezolano. Estas limitaciones incluyen bloqueos a herramientas digitales, redes sociales y servicios de mensajería, que han dificultado el acceso a la información veraz sobre el proceso electoral.

En su intervención, Almagro no solo ha criticado la falta de transparencia del CNE, sino que también ha elogiado el trabajo de las organizaciones internacionales que, bajo condiciones hostiles, han intentado arrojar luz sobre la situación electoral en Venezuela. El Centro Carter y las Naciones Unidas han jugado un papel clave en este esfuerzo, enfrentándose a enormes desafíos en un contexto donde la libertad de prensa y la transparencia están gravemente restringidas.

La resolución de la OEA representa un esfuerzo diplomático para restaurar la democracia en Venezuela y garantizar que el pueblo venezolano tenga acceso a un proceso electoral justo y transparente. Sin embargo, la situación en el terreno sigue siendo tensa, con la oposición venezolana denunciando fraude y las autoridades del país defendiendo sus acciones.

La pregunta que muchos se hacen es si esta resolución será suficiente para forzar un cambio en la política del Gobierno de Maduro. Hasta ahora, la administración venezolana ha mostrado una resistencia notable a las presiones internacionales, y no está claro si la OEA tendrá las herramientas necesarias para imponer sanciones efectivas o para supervisar el cumplimiento de las demandas establecidas en la resolución.

Por otro lado, la comunidad internacional sigue observando de cerca la situación en Venezuela. Estados Unidos, la Unión Europea, y varios países latinoamericanos han expresado su apoyo a la resolución de la OEA, y han señalado que están dispuestos a tomar medidas adicionales si el Gobierno venezolano no cumple con sus obligaciones internacionales.

En este escenario, el futuro de Venezuela sigue siendo incierto. Las protestas en el país continúan, y el pueblo venezolano sigue enfrentándose a una crisis económica, política y humanitaria sin precedentes. La resolución de la OEA es un paso importante, pero queda por ver si tendrá el impacto necesario para cambiar la dinámica en Venezuela y abrir un camino hacia una solución pacífica y democrática.