Venezuela

El régimen madurista podría convocar otra elección para dividir a la oposición

Nicolás Maduro. EP
El Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela podría anular las elecciones recientes, alegando un ataque cibernético que corrompió datos, para favorecer a Maduro y desmovilizar la oposición, según Iván Duque.

El Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela podría anular el reciente proceso electoral, basándose en la teoría de un supuesto "ataque cibernético". Esta acción buscaría invalidar los resultados que favorecieron a la oposición. Según reportes, mantener la acusación de fraude ha sido un desafío para el régimen chavista, al punto de retrasar y rechazar la publicación de las actas electorales. En este contexto, se especula que el próximo paso podría ser desconocer la voluntad popular expresada en las urnas.

Inicialmente, se pensó que la intervención del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) por parte de Nicolás Maduro tenía como objetivo ganar tiempo para falsificar las actas y que este organismo, controlado por el régimen, certificara su victoria sobre Edmundo González Urrutia. Sin embargo, el expresidente colombiano Iván Duque ha planteado una nueva hipótesis. Según Duque, la estrategia del chavismo podría ser anular la elección, aludiendo un "sabotaje electrónico" que habría corrompido los datos del Consejo Nacional Electoral (CNE).

El TSJ ha ordenado al CNE que proporcione toda la información técnica que respalde el supuesto ataque cibernético ocurrido la noche del domingo 28 de julio. Según Duque, el presidente de Colombia, Gustavo Petro, podría sugerir repetir las elecciones para favorecer a Maduro, buscando el apoyo de México y Brasil. El TSJ, tras consultar a empresas especializadas en ciberseguridad, podría concluir que el ataque efectivamente ocurrió y que una parte significativa de los datos fue corrompida.

Duque ha declarado que, como consecuencia, el TSJ podría dictar varias medidas de cumplimiento obligatorio: ordenar al CNE desproclamar a Maduro, convocar una nueva elección presidencial para diciembre de 2024, garantizar a la oposición las condiciones necesarias para la campaña electoral y liberar a las personas detenidas durante las manifestaciones. Para Duque, esta táctica permitiría al chavismo reorganizar sus fuerzas, corregir errores y preparar el terreno para asegurar su triunfo en diciembre.

Esta estrategia buscaría también desmovilizar las protestas ciudadanas, desmontar la narrativa del fraude, reducir la presión internacional para publicar las actas y dividir a la oposición ante una nueva elección. Duque ha insistido en que este plan debe ser evitado, afirmando que Edmundo González es el presidente elegido por el pueblo, como lo demuestran el 82 % de las actas publicadas por los testigos electorales de la resistencia democrática.