Si estás buscando este tipo de experiencias, no puedes perderte el Parque Paleolítico de la Cueva del Valle, ubicado en Rasines, un pequeño y acogedor municipio de Cantabria que merece ser visitado.

Un espacio para familias

El Parque Paleolítico ofrece una corta y sencilla ruta de senderismo, perfecta para familias que deseen disfrutar de un poco de aventura al aire libre. La ruta, con una duración aproximada de dos horas y media, invita a los visitantes a descubrir los mágicos rincones de este parque. En el trayecto, los senderistas se encontrarán con un lavadero de mineral y la boca de una antigua mina, elementos que evocan la historia y la cultura de la zona.

El acceso al parque es libre durante todo el año, lo que lo convierte en un destino accesible para todos. Si eliges un día nublado o de lluvia, es posible que el camino esté algo embarrado; sin embargo, si llevas botas de agua, esta condición puede añadir un extra de emoción y diversión, especialmente para los más pequeños.

Maravillas naturales y aventura

El parque está atravesado por formaciones kársticas, que dan lugar al nacimiento del río Silencio. A lo largo del sendero, los visitantes tendrán que cruzar el río saltando de piedra en piedra o utilizando los puentes de madera que se encuentran en el camino. Este entorno crea un hábitat perfecto para una rica vegetación de ribera, donde predominan álamos, robles y chopos.

Mientras caminas, a lo lejos podrás divisar un mamut entre los árboles. Al acercarte, descubrirás que se trata de una reproducción a tamaño real que parece tan realista que se convierte en el lugar ideal para capturar fotografías memorables con los niños.

Un viaje al pasado

El parque también cuenta con un arboretum paleolítico y varios paneles interpretativos que explican el antiguo origen de las plantas presentes en el entorno, así como el hábitat y las formas de vida del período paleolítico. Con un poco de suerte, podrás observar corzos y otros pequeños animales del bosque correteando entre los árboles.

Al final del recorrido, te encontrarás con el elemento principal del parque: la Cueva del Valle, habitada durante el Paleolítico y donde se han encontrado numerosos restos que ahora se conservan en el Museo de Prehistoria en Santander. La gran entrada de la cueva es impresionante, y aunque su interior alberga una red de galerías de más de 60 kilómetros —una de las más extensas de Europa—, no se permite la entrada con niños. Solo grupos experimentados de espeleología pueden explorar su interior, pero no olvides llevar una linterna para iluminar las partes que sí son accesibles.

Área recreativa y descanso

Una vez finalizada la ruta, justo al regresar al punto de partida, encontrarás un área recreativa equipada con merendero. Mesas y bancos de madera están disponibles para que puedas descansar, hidratarte e incluso preparar un picnic improvisado con los niños, disfrutando así de un momento de relax en un entorno natural.

Cómo llegar

El Parque Paleolítico de la Cueva del Valle está ubicado en el Barrio de Helguera. Llegar a este destino es sencillo: desde la carretera N-629 que atraviesa el Barrio de El Cerro, se bifurca en una segunda carretera que lleva a La Mies. A partir de ahí, sigue las indicaciones hacia la izquierda antes de llegar al Barrio de Helguera. En el lugar, encontrarás un pequeño aparcamiento donde podrás dejar el coche y comenzar esta gran aventura.