En el corazón de Cantabria, donde los valles de Asón y Agüera se entrelazan, se alza el majestuoso Pico de Las Nieves, un lugar envuelto en leyendas y tradiciones que se remontan al siglo XVI. Esta cumbre, situada a 773 metros de altitud, es no solo un reto para los amantes del senderismo, sino también un lugar de devoción y peregrinación.

La leyenda de la Virgen de Las Nieves

Cuenta la leyenda que en lo más alto del Castro de la Virgen, unos pastores tuvieron una aparición divina: la Virgen se les reveló en este remoto rincón de la sierra. Los devotos, en su afán por rendirle tributo, intentaron construir una ermita en un collado cercano. Sin embargo, cada vez que llevaban materiales para levantar el templo, estos aparecían misteriosamente en lo alto del castro al día siguiente. Según la tradición, fueron ángeles quienes trasladaban los pertrechos hasta la cima. Finalmente, los fieles, convencidos de la voluntad divina, erigieron la ermita en el mismo Castro de la Virgen, hoy conocida como Virgen de Las Nieves.

Este santuario, cuyo origen data de 1536, ha sido testigo de una devoción inquebrantable a lo largo de los siglos. Aunque la primera ermita se construyó en el siglo XVI, el templo actual pertenece al siglo XVIII. Originalmente denominada Virgen de los Castros, el santuario cambió su nombre tras un evento milagroso: una nevada en pleno verano, el 5 de agosto, cubrió la sierra, marcando esta fecha como la de la romería anual.

El Espejo de Las Nieves: El embalse de El Juncal

A pocos kilómetros del Pico de Las Nieves, al otro lado del valle del arroyo Remendón, se encuentra el embalse de El Juncal, construido entre 1916 y 1924 para generar energía eléctrica. Esta obra de ingeniería no solo es funcional, sino que también ofrece un reflejo perfecto del pico, creando una imagen de espejo natural que añade un toque de magia a este entorno ya de por sí impresionante.

El embalse está conectado a una red de canales que se extiende a lo largo de 22 kilómetros, recogiendo las aguas de las escorrentías y arroyos que bajan del cordal del Armañón. Este sistema hidráulico no solo es un testimonio de la ingeniería de la época, sino también un complemento perfecto a la belleza natural de la región.

Ruta de ascensión al Pico de Las Nieves

La ruta que proponemos comienza en el pequeño núcleo de Angostina y ofrece un recorrido circular que incluye tanto la ascensión al pico como una visita al embalse. La travesía, de 22 kilómetros, se caracteriza por su diversidad de paisajes y su riqueza en historia y naturaleza.

1. Inicio en Angostina: Desde la plaza de Angostina, seguimos hacia la carretera que lleva a Guriezo, pasando por la iglesia de San Sebastián y el pueblo de Landeral.

2. Ascenso al Pico de Las Nieves: La ruta continúa por una pista cementada que gana altura rápidamente, atravesando un eucaliptal y terrenos abiertos hasta llegar al collado del Toril, conocido por las antiguas novilladas que se celebraban allí. Desde aquí, una escarpada senda nos lleva hasta la ermita de la Virgen de Las Nieves.

3. Descenso hacia el Embalse de El Juncal: Después de disfrutar de las impresionantes vistas desde la ermita, el camino de regreso nos lleva por el canal de El Juncal. Este canal, que atraviesa un robledal y pasa por tramos excavados en la roca viva del karst de Jorrios, es uno de los puntos más espectaculares de la ruta.

4. Rodeo del Embalse y Retorno a Angostina: Al llegar al embalse, cruzamos su muro de contención, desde donde podemos ver el Pico de Las Nieves reflejado en sus aguas. El descenso final sigue la canalización que lleva el agua hasta la central eléctrica de Trebuesto, terminando en Angostina.

El Pico de Las Nieves y el embalse de El Juncal son más que dos hitos geográficos en Cantabria; son un viaje a través del tiempo y la naturaleza. Esta ruta ofrece a los excursionistas una combinación perfecta de historia, leyenda, y paisaje, convirtiéndola en una experiencia única que captura la esencia de esta región.