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¿Sabías que el territorio de Cantabria tiene un rincón oculto en el País Vasco?

Villaverde de Trucios, un territorio cántabro enclavado en el País Vasco.
En el mapa de Cantabria, el Valle de Villaverde emerge como un enigma encantador, un enclave cántabro en Vizcaya que desafía las fronteras geográficas con su rica herencia cultural y su belleza natural

A menudo descrito como "una joya escondida en el terreno vasco", el valle ofrece un fascinante contrapunto a las zonas más conocidas del Cantábrico. Como dijo el poeta William Blake, “Lo que se da por sentado nunca se mira con la suficiente claridad.” Villaverde de Trucíos es territorio cántabro. 

Villaverde de Trucíos es un territorio cántabro, a pesar de estar rodeado por municipios pertenecientes al País Vasco. Oficialmente conocido como Valle de Villaverde, este municipio de la comunidad autónoma de Cantabria conforma un enclave cántabro dentro de la provincia de Vizcaya, limitando con los municipios de Valle de Carranza, Arcentales y Trucios, que forman parte de la comarca de Las Encartaciones. Pero además es una melocotón paisajístico.

Museo etnográfico: Un viaje en el tiempo

El Museo Etnográfico de Villaverde, instalado en las antiguas escuelas del valle, invita a los visitantes a un viaje evocador a través del tiempo. Aquí, la historia se despliega en forma de oficios tradicionales que dieron forma a la vida cotidiana de antaño. Desde la elaboración de carbón vegetal hasta la producción de sidra y txakoli, el museo ofrece una ventana a un pasado no tan lejano, pero riquísimo en tradición y autenticidad. "La historia no es una carga sobre la espalda de los hombres, sino una luz que ilumina el camino hacia el futuro", reflexionó el historiador Will Durant, y el museo sin duda lo ejemplifica.

Senderismo en el Bosque de Tejea: Naturaleza en estado puro

Para los entusiastas del senderismo, el bosque de Tejea se erige como un paraíso de 250 hectáreas de exuberante vegetación. Accediendo desde el barrio de Mollinedo, los caminantes pueden explorar la cuenca del río Agüera, arropados por una majestuosa mezcla de robles, hayas, encinas y tejos. Este entorno natural, salpicado de senderos serpenteantes, ofrece una experiencia única que resuena con la frase del naturalista John Muir: “En cada paseo por la naturaleza uno recibe mucho más de lo que busca.”

Bodegas Casona Micaela: Un toque de elegancia

En el barrio de Henales, las Bodegas Casona Micaela son una parada obligada para los aficionados al vino. Con su oferta de Albariño y Riesling, estas bodegas presentan una experiencia vinícola que armoniza perfectamente con pescados y mariscos. Las visitas, disponibles bajo cita previa, permiten explorar el arte de la vinificación en un entorno que combina la tradición con la sofisticación.

Arquitectura Rural: Un encuentro con el pasado

A lo largo del trayecto hacia el municipio vecino de Turtzioz, los viajeros tienen la oportunidad de admirar el caserío trucense, un híbrido entre el caserío vasco y la casa montañesa cántabra. Esta arquitectura rural no solo representa un legado histórico, sino también una integración única de dos culturas que ha dado lugar a un estilo distintivo. Como afirmaba el arquitecto Frank Lloyd Wright, “La arquitectura es el reflejo de una civilización.”