El partido Vox ha suspendido de militancia durante seis meses a Leticia Díaz, portavoz parlamentaria en Cantabria, por un caso de acoso laboral a una trabajadora de la formación. A pesar de la suspensión, Díaz seguirá ejerciendo como portavoz parlamentaria, ya que fue ratificada en el cargo la semana pasada por su grupo.

Esta decisión implica que, durante los próximos seis meses, Leticia Díaz perderá sus derechos como afiliada del partido, aunque mantendrá su actividad política en el Parlamento cántabro. Según fuentes de Vox, la sanción llega tras una investigación interna relacionada con denuncias de acoso laboral presentadas por una empleada que trabajaba directamente bajo su mando.

Reacciones dentro de Vox

A pesar de la gravedad del asunto, Vox ha decidido mantenerla en su puesto como portavoz en Cantabria. La medida ha generado división dentro del partido, ya que algunos miembros consideran que la suspensión debería haber implicado también una pérdida temporal de su cargo parlamentario, mientras otros creen que el castigo es proporcional a la falta.

Por otro lado, algunos partidos de la oposición han criticado duramente la decisión de Vox. Han señalado que mantener a Díaz en su puesto, a pesar de la sanción, mina la credibilidad de la formación en lo que respecta a la defensa de los derechos laborales y la igualdad en el ámbito profesional.

Acusaciones y contexto

Leticia Díaz, exconsejera de Presidencia y Justicia de Cantabria, ha estado en el centro de varias controversias a lo largo de su carrera política. En esta ocasión, las acusaciones de acoso laboral han puesto en tela de juicio su comportamiento hacia el personal a su cargo, algo que finalmente ha llevado a la sanción interna por parte de su propio partido.

La trabajadora afectada habría denunciado un ambiente de trabajo hostil y presiones constantes, lo que motivó a Vox a tomar cartas en el asunto y abrir una investigación interna que concluyó con la suspensión de Díaz.

Consecuencias políticas

La decisión de mantener a Leticia Díaz como portavoz, pese a la suspensión, podría afectar la imagen pública de Vox y su posicionamiento respecto a cuestiones laborales. En particular, podría influir en las expectativas de algunos votantes y en la percepción de la gestión del partido en Cantabria.

Sin embargo, fuentes cercanas a la formación aseguran que Vox ha tomado la medida adecuada y que la suspensión temporal es un acto de responsabilidad interna que refleja la disposición del partido a corregir conductas inapropiadas sin afectar el funcionamiento parlamentario.