La DGT implementa una nueva medida para la renovación del carnet de conducir

Un hombre conduciendo. / Alerta

La DGT aplicará nuevas medidas para la renovación del permiso de conducir en 2025, requiriendo evaluaciones médicas más estrictas. Se enfocará en enfermedades que pueden afectar la capacidad de conducción.

La Dirección General de Tráfico (DGT) ha introducido una nueva normativa que afectará a la renovación de los permisos de conducir a partir del año 2025. Esta medida busca mejorar la seguridad vial al garantizar que los conductores mantengan las aptitudes necesarias para conducir de manera segura. A partir del próximo año, la renovación del permiso de conducir estará sujeta a una evaluación más rigurosa de las capacidades de los solicitantes.

Uno de los objetivos principales de esta nueva normativa es identificar a aquellos conductores cuyas condiciones de salud puedan poner en riesgo la seguridad en la carretera. En particular, la DGT se enfocará en las enfermedades que pueden influir negativamente en la habilidad para conducir. Estas enfermedades incluyen afecciones graves como el aneurisma de grandes vasos, apnea del sueño, diabetes mellitus insulinodependiente, enfermedades cardíacas y trastornos neurológicos, entre otras. La lista completa de condiciones médicas que pueden afectar la capacidad de conducción incluye un total de 35 enfermedades distintas.

Las enfermedades pueden afectar a personas de cualquier edad, pero su impacto es especialmente significativo en los conductores mayores. Aunque no existe una fecha límite específica para la caducidad del permiso de conducir en España, los conductores deben renovar su licencia cada diez años hasta los 65 años, y cada cinco años a partir de esa edad. En este contexto, la DGT pretende asegurar que solo aquellos que presenten un informe médico favorable puedan continuar conduciendo.

Se ha generado un debate en torno a los conductores de edad avanzada, con algunos cuestionando la idoneidad de mantener el permiso de conducir en función de la edad. Sin embargo, el enfoque de la DGT es más bien sobre la capacidad de conducción individual en lugar de la edad per se. Aunque los datos muestran que los conductores mayores tienen una menor tasa de accidentes con lesiones comparados con los conductores jóvenes, su vulnerabilidad en caso de accidente es mayor.

Por otro lado, la Fundación Mapfre ha señalado que muchos conductores mayores optan por dejar de conducir al alcanzar los 75 años, a menudo debido a la presión de su entorno y las dificultades médicas que enfrentan. Los informes indican que los motivos para dejar de conducir incluyen problemas de memoria, diagnósticos de demencia y problemas físicos que afectan la capacidad de manejo.

En definitiva, la nueva regulación de la DGT destaca la importancia de una evaluación médica rigurosa para mantener la seguridad vial y asegurar que todos los conductores, independientemente de su edad, sean aptos para conducir. La decisión de dejar el volante es una medida importante para preservar la seguridad de todos los usuarios de las vías.