La exposición del Centro de Arte Rupestre de Cantabria convierte a la región en un referente

El director de Cuevas Prehistóricas de Cantabria, Roberto Ontañón (1d), ofrece informaciones acerca de la inauguración del Museo del Centro de Arte Rupestre de Cantabria ‘Alberto I de Mónaco’. / Pedro Puente Hoyos

La exposición permanente en el Centro de Arte Rupestre de Cantabria se distingue por su originalidad y accesibilidad, ofreciendo una experiencia tecnológica y educativa sobre el arte rupestre en la región

El Centro de Arte Rupestre (CAR) Alberto I de Mónaco, ubicado en la pintoresca localidad de Puente Viesgo, en la comunidad autónoma de Cantabria, ha marcado un hito significativo en su desarrollo cultural y turístico al inaugurar su exposición permanente en un acto celebrado este viernes. Esta nueva etapa representa un paso fundamental en la ambiciosa estrategia de Cantabria de asumir un papel protagónico en la gestión y preservación del patrimonio mundial, con la aspiración de convertirse en un punto de referencia destacado en el estudio y apreciación del arte Paleolítico a nivel europeo.

La ceremonia de inauguración contó con la presencia de la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, quien estuvo acompañada por el alcalde de Puente Viesgo, Óscar Villegas. La elección de esta localidad para albergar el CAR Alberto I de Mónaco tiene un profundo significado histórico, ya que el centro lleva el nombre del tatarabuelo del actual Príncipe de Mónaco, en reconocimiento a su mecenazgo en las primeras investigaciones de las cuevas prehistóricas de la región. El evento también contó con la distinguida presencia de la embajadora de Mónaco en España, Catherine Fautrier-Rousseau, subrayando aún más la importancia de esta colaboración internacional en la promoción de la cultura y el patrimonio.

En su discurso durante la inauguración, la presidenta Buruaga destacó la evolución del CAR, que anteriormente funcionaba principalmente como un «espacio lanzadera» para las visitas a las cuevas de Puente Viesgo. Sin embargo, a partir de este momento, el CAR adquiere un nuevo estatus como centro de puesta en valor del patrimonio regional, convirtiéndose en un faro cultural y turístico en Cantabria.

María José Sáenz de Buruaga enfatizó la notable afluencia de visitantes a las cuevas de la región, con más de 105,000 personas que las exploran anualmente, de las cuales el 90% proviene de fuera de Cantabria. Además, señaló que las cuevas de Puente Viesgo, en particular, atraen al 70% de estos visitantes. Ante estas cifras, la presidenta propuso un cambio de paradigma en el modelo turístico, orientándolo hacia la cultura y el patrimonio como ejes centrales. Esta transformación tiene como objetivo promover la cohesión social y territorial, eliminar la estacionalidad turística, impulsar el desarrollo económico y fomentar la creación de empleo en la región.

El Centro de Arte Rupestre de Cantabria inaugura su exposición. / Juanma Serrano

En el marco de esta estrategia, se espera que el CAR, junto con el Museo de Prehistoria y Arqueología de Cantabria (MUPAC) y el Museo de Altamira, actúen como «tres puntas de lanza» para elevar la notoriedad de Cantabria como destino cultural y turístico de primer nivel en Europa. Una de las metas principales es mejorar la posición de Cantabria tanto a nivel nacional como internacional en el ámbito turístico, ofreciendo a los visitantes una experiencia única y enriquecedora. La presidenta también anunció la intención de fortalecer la colaboración con la Universidad de Cantabria para impulsar investigaciones y excavaciones en la región, aprovechando el vasto tesoro de más de 6,000 cavidades que se encuentran en Cantabria.

Tanto María José Sáenz de Buruaga como el alcalde de Puente Viesgo resaltaron la colaboración interinstitucional como un elemento fundamental en la realización de este proyecto. Más allá de las diferencias políticas, diversas instituciones trabajaron juntas para hacer realidad el CAR Alberto I de Mónaco, cuya construcción se inició en 2021 después de la adquisición del terreno en 2008.

El proyecto del CAR representa un logro trascendental en el desarrollo cultural y turístico de Cantabria, que se ha materializado tras un largo proceso de planificación y construcción. Este centro cultural y educativo, con una inversión total de 4.2 millones de euros, se concibe como un elemento esencial para consolidar la posición de Cantabria como un destino líder en la promoción y apreciación del arte rupestre prehistórico. La inauguración atrajo una distinguida audiencia, con la presencia de numerosos alcaldes de la región, la delegada del Gobierno, Eugenia Gómez de Diego, la presidenta del Parlamento, María José González Revuelta, y el director de las Cuevas Prehistóricas de Cantabria, Roberto Ontañón.

La exposición permanente del Centro de Arte Rupestre de Cantabria será uno de los referentes a nivel europeo. / Juanma Serrano

La exposición permanente en el CAR se ha destacado por su originalidad y su enfoque inmersivo, ofreciendo a los visitantes una experiencia tecnológica y educativa que acerca el arte rupestre a personas de todas las edades e intereses. Esta exhibición se concibe como una extensión de las cuevas de Puente Viesgo y responde a todas las preguntas sobre el arte rupestre, abarcando todas las cuevas de Cantabria declaradas Patrimonio de la Humanidad. La exposición ocupa un espacio de 500 metros cuadrados en el ala derecha del edificio del CAR, con techos de hasta 5.5 metros de altura y un suelo en tres niveles para facilitar la apreciación y la accesibilidad.

Los contenidos de la exposición se presentan de manera comprensible para todo tipo de público, con elementos accesibles para personas con discapacidad, como audio y lenguaje braille, garantizando así que la riqueza del arte rupestre pueda ser apreciada por una audiencia diversa y inclusiva