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El Gobierno de Cantabria aplica la tasa de rescate a los espeleólogos atrapados en Soba

El espeleólogo rescatado (i) llega al Pabellón de La Gándara de Soba. / César Ortiz

El Gobierno cántabro cobra el coste de la operación de rescate tras la falta de comunicación previa al 112, como exige la normativa

El Gobierno de Cantabria ha procedido a imponer la tasa de rescate al seguro de los dos espeleólogos, un hombre y una mujer, que se extraviaron en la cueva Garma Ciega-Sima del Sombrero, en el término municipal de Soba, a finales de junio de este año. El importe total del rescate asciende a 3.875 euros, una cifra que cubre la movilización del equipo de espeleosocorro y las 35 horas y 10 minutos que duró la operación.

Los dos espeleólogos, procedentes de Castilla y León, accedieron a la cueva el pasado 22 de junio, sin notificar previamente su entrada al Centro de Atención de Emergencias 112 de Cantabria, como exige la normativa para este tipo de actividades. Según ha informado el Gobierno cántabro, ni los deportistas ni la entidad organizadora de la actividad cumplieron con la obligación de informar de su acceso a la cavidad, lo que constituye un supuesto de hecho imponible que, conforme a la Ley de Cantabria 11/2021, obliga al cobro de tasas por los servicios de rescate y salvamento.

El protocolo de rescate se activó el 23 de junio cuando un allegado de los espeleólogos, al no tener noticias de ellos, contactó con el 112 a las 07:15 horas de ese día, tras no cumplirse la hora estimada de salida de la expedición. La operación de rescate se desarrolló entre los días 23 y 25 de junio y contó con la participación de un amplio dispositivo de 125 efectivos de diversas administraciones. En el primer día intervinieron 39 efectivos y 11 vehículos, mientras que en la segunda jornada participaron 86 efectivos, 16 vehículos, además de dos helicópteros y drones del Gobierno de Cantabria.

Movilización de recursos y tasa impuesta

El elevado coste de la operación de rescate responde a la movilización de personal y recursos especializados en el rescate en cuevas, así como a la duración de la intervención. La Dirección General de Seguridad y Protección Ciudadana de Cantabria aplicó la tarifa tres prevista en la Ley de Medidas Fiscales y Administrativas. Esta tarifa establece un cobro de 569,97 euros por la movilización del equipo de espeleosocorro durante las primeras seis horas, y 113,99 euros adicionales por cada hora de intervención a partir de ese límite.

El Gobierno cántabro ha notificado la liquidación de esta tasa a la empresa aseguradora, ya que los espeleólogos contaban con una póliza de seguro que cubre este tipo de servicios. Dicha notificación fue realizada el pasado 28 de agosto, y desde entonces, los afectados tienen un mes para interponer una reclamación económico-administrativa o un recurso potestativo de reposición ante la Dirección General de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno de Cantabria.

Obligación de comunicación previa al 112

El Gobierno ha subrayado que la falta de comunicación previa al 112 es un requisito esencial para este tipo de actividades de riesgo, como la espeleología. La normativa regional estipula que el Centro de Atención de Emergencias 112 debe ser informado de manera anticipada de las actividades en cavidades subterráneas, precisamente para prevenir situaciones de riesgo y facilitar una respuesta rápida en caso de incidentes.

Este es uno de los supuestos de hecho contemplados en la Ley de Cantabria 11/2021, que regula la tasa por servicios de rescate y salvamento, incluyendo los casos en que los deportistas o aventureros no cumplen con esta medida de precaución obligatoria.

El rescate en la cueva de Soba

La expedición espeleológica, que comenzó el sábado 22 de junio a las 12:00 horas, se realizó en la travesía Garma Ciega-Sima del Sombrero, una cueva de Soba conocida por su dificultad. Al no cumplirse el horario de salida previsto, un allegado de los espeleólogos avisó al 112, lo que puso en marcha el operativo de rescate. Durante dos días, los equipos especializados trabajaron intensamente para localizar y sacar con éxito a los deportistas extraviados.

Finalmente, los espeleólogos fueron rescatados el 25 de junio. La operación requirió un gran despliegue de medios, tanto humanos como técnicos, lo que justificó el cobro de la tasa.

Este caso pone de manifiesto la importancia de seguir los protocolos establecidos por las autoridades para evitar situaciones de riesgo y garantizar la seguridad en actividades deportivas extremas.