"Cantabria no pagará las facturas de Sánchez y los separatistas"

La presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, ofreció una rueda de prensa tras su primer encuentro con Pedro Sánchez como presidenta autonómica, donde destacó la importancia de la reunión, pero expresó claramente su decepción por la falta de compromisos concretos por parte del Gobierno central. A pesar del clima cordial que caracterizó la conversación, Buruaga señaló que se queda con "muy pocas respuestas y sin ningún compromiso concreto". La presidenta detalló una extensa lista de prioridades para Cantabria, que abarca desde la llegada del tren de alta velocidad hasta la protección del sector ganadero. Su mensaje fue claro: Cantabria no puede seguir siendo una región de segunda.

Una primera reunión marcada por la cordialidad, pero sin compromisos

Buruaga inició su intervención agradeciendo al presidente del Gobierno por haberla recibido en un ejercicio de "normalidad institucional". Reconoció que la reunión se desarrolló en un clima "cordial y de escucha", pero rápidamente puso de manifiesto que ese clima no se tradujo en compromisos tangibles. "Me he escuchado con atención, me he escuchado con interés, pero me voy sin ningún compromiso concreto", señaló.

Durante la rueda de prensa, la presidenta cántabra enfatizó la necesidad de actuar con urgencia para resolver los problemas que aquejan a la comunidad autónoma, muchos de los cuales se han prolongado durante años sin solución. "Vine buscando compromisos, y me voy con muy pocas respuestas", resumió, añadiendo que no basta con las "buenas palabras" ni con los "titulares de periódicos".

Alta velocidad: una necesidad urgente para Cantabria

Uno de los principales puntos de la agenda de Buruaga fue el de las infraestructuras ferroviarias, un tema que calificó de "crítico" para el desarrollo de Cantabria. La presidenta recordó que Cantabria es la única comunidad autónoma de España sin un solo kilómetro de alta velocidad, lo que ha generado un aislamiento ferroviario respecto al resto del país. "Nos hemos convertido en una isla ferroviaria en el norte de España", lamentó.

La presidenta solicitó a Sánchez que se acelere la construcción del tramo Alar del Rey-Reinosa, un proyecto clave que lleva años retrasado. "A día de hoy no hay ni proyecto técnico ni licitación a la vista", aseguró Buruaga, quien añadió que la obra de 43 kilómetros no estará lista hasta 2027 si se sigue el ritmo actual de ejecución. Para Cantabria, esto es inaceptable, y Buruaga exigió al presidente que pise "el acelerador" para que el tren de alta velocidad llegue lo antes posible.

Además, la presidenta expresó su preocupación por el nuevo ramal anunciado por el ministro de Transportes, que conectaría la línea de alta velocidad con la línea convencional en Nogales. Aunque esta conexión podría acortar los tiempos de viaje, Buruaga teme que este proyecto pueda convertirse en una excusa para retrasar la llegada definitiva del AVE a Cantabria. "No podemos permitir que esto sea una excusa para no construir la línea hasta Reinosa", afirmó.

Mejora de infraestructuras viarias: "Cantabria necesita ver para creer"

Otro de los temas clave abordados por Buruaga fue la mejora de las infraestructuras viarias de Cantabria, donde, según la presidenta, los compromisos adquiridos en el pasado no han sido cumplidos. Entre las principales obras pendientes se encuentra la construcción del tercer carril de la A-67 entre Polanco y Santa Cruz de Bezana, que acaba de iniciarse con un plazo de ejecución de 60 meses. "Hay que agilizar esta obra", reclamó.

Asimismo, Buruaga insistió en la necesidad de reactivar el proyecto del tercer carril de la A-8 entre Cantabria y Vizcaya, un proyecto que lleva años paralizado. La presidenta también urgió a Sánchez a acelerar las obras de la A-73, la autovía que conecta Burgos con Aguilar de Campoo, fundamental para mejorar la conexión de Cantabria con el norte de Madrid y el valle del Ebro. "No podemos seguir esperando eternamente", advirtió.

Sector ganadero al límite: "El lobo mata siete animales al día en Cantabria"

El sector ganadero, particularmente afectado por la protección del lobo, fue otro de los temas destacados en la reunión. Buruaga describió la situación como insostenible para los ganaderos cántabros, quienes han visto cómo los ataques del lobo han aumentado un 63,7% en los últimos cuatro años. "Hemos pasado de una media de 1.688 ataques a 2.764 en 2023", aseguró, subrayando que cada día mueren siete animales por ataques de lobos en la región.

Buruaga solicitó a Sánchez que retire al lobo del listado de especies protegidas, conocido como el ESPRE (Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial), para permitir un control poblacional más eficaz y recuperar el equilibrio entre la ganadería extensiva y la fauna salvaje. Sin embargo, el presidente del Gobierno se mantuvo firme en su postura, afirmando que no habrá cambios en la protección del lobo. "Lamentablemente, me ha dicho que no se va a mover en este asunto", afirmó Buruaga, visiblemente decepcionada.

Además de la protección del lobo, Buruaga también pidió una PAC (Política Agraria Común) más justa para los ganaderos cántabros, que les permita superar las dificultades derivadas de la hiperregulación y la falta de rentabilidad en las explotaciones. "Cantabria va camino de multiplicar por cinco el coste de las compensaciones por ataques de lobos en 2025", advirtió, resaltando la gravedad de la situación para el futuro del sector.

Política industrial y energética: proyectos estratégicos para Cantabria

En materia industrial y energética, Buruaga sí encontró cierta receptividad por parte del presidente Sánchez. La presidenta presentó dos proyectos estratégicos para Cantabria que requieren el apoyo del Gobierno central: la ampliación de la central hidroeléctrica de Aguayo, que se convertiría en la segunda más grande de España, y el proyecto de transición energética de Solvay, que prevé la construcción de la planta de cogeneración más grande del país.

"El presidente reconoce que estos son proyectos industriales bien encaminados y que los apoya", señaló Buruaga. Sin embargo, lamentó que a pesar de la receptividad mostrada por Sánchez, no se haya concretado ningún compromiso específico. "Necesitamos hechos, no palabras", afirmó, recordando que la industria electrointensiva de Cantabria, gran consumidora de energía, no puede competir en igualdad de condiciones con sus homólogas en Europa si no cuenta con un marco energético estable.

Financiación autonómica: "No permitiremos un concierto separatista"

Uno de los temas más delicados abordados en la reunión fue la reforma del sistema de financiación autonómica, un asunto que ha generado tensiones entre el Gobierno central y las comunidades autónomas. Buruaga expresó su firme rechazo a lo que denominó "concierto separatista", refiriéndose a las negociaciones entre el Gobierno y Esquerra Republicana para conceder mayores competencias fiscales a Cataluña.

"Nos oponemos frontalmente a que Cataluña salga del régimen común", afirmó Buruaga, quien advirtió que cualquier avance hacia la independencia fiscal de una comunidad rompería la igualdad y la solidaridad entre territorios. La presidenta exigió que cualquier reforma del sistema de financiación se haga desde la multilateralidad, es decir, con la participación de todas las comunidades autónomas, y no mediante acuerdos bilaterales.

La presidenta advirtió que, si se aplica el principio de ordinalidad que defiende Esquerra, Cantabria perdería 600 millones de euros, lo que sería "demoledor" para la región. "No permitiremos que los cántabros paguen ni un solo euro de las facturas del presidente Sánchez o de los separatistas", aseveró Buruaga.

El puerto de Santander y la estación intermodal de Llano de la Pasiega

Finalmente, uno de los pocos puntos en los que Buruaga vio avances fue el proyecto de la estación intermodal de Llano de la Pasiega, una infraestructura clave para el desarrollo industrial de Cantabria y la expansión del puerto de Santander. El presidente Sánchez mostró interés en el proyecto y prometió ocuparse personalmente de acelerar su tramitación ante el Ministerio de Transportes.

"El presidente me ha dicho que es consciente de la importancia de este proyecto y que se va a ocupar personalmente", afirmó Buruaga, quien consideró este avance como "un voto de confianza" en las palabras del presidente. Sin embargo, la presidenta recordó que Cantabria "necesita ver para creer", por lo que insistió en la importancia de que estas promesas se traduzcan en hechos concretos.

Conclusión: Cantabria no puede esperar más

La presidenta de Cantabria cerró su intervención reiterando su compromiso con la defensa de los intereses de su comunidad y con la exigencia de que el Gobierno central cumpla con los compromisos adquiridos. "Cantabria no aspira a ser más que nadie, pero tampoco menos", concluyó, dejando claro que seguirá trabajando para que su región no sea tratada como una "región de segunda".

La reunión con Pedro Sánchez marca un punto de partida en la relación entre Cantabria y el Gobierno central, pero Buruaga dejó claro que no será suficiente con buenas intenciones. "Ya no bastan las buenas palabras ni las fotos amables", afirmó. Para Cantabria, ahora más que nunca, los compromisos deben traducirse en realidades.