Puente de fiestas en Cantabria: la Bien Aparecida y San Cipriano
Este viernes, como cada 15 de septiembre, el Santuario de la Bien Aparecida, de Hoz de Marrón, acoge los actos festivos y religiosos organizados en honor de la patrona de Cantabria. Peregrinos, procedentes de todos los puntos de la región, subirán de todos los medios posibles, desde andando hasta en bicicleta o en coche para presentar sus respetos a la patrona.
Será la campa del Santuario de la Virgen donde se celebre el acto central, la misa de mediodía, presidida por el obispo de Santander y a la que acudirán las autoridades regionales, con la presidenta de Cantabria, María José Sáenz de Buruaga, a la cabeza, así como altos cargos civiles y militares, además del alcalde anfitrión.
Por otro lado, también hoy se vestirá de fiesta la localidad de Cartes, donde se celebrará la tradicional subida en albarcas al Alto de San Cipriano, en Cohicillos, un bello y agreste paraje, y como antesala del día grande del jueves, festividad del santo, donde miles de romeros se darán cita un año más en aquel recóndito lugar. La subida en albarcas cumplirá su décima edición y es una jornada festiva de enorme relevancia, puesto que decenas de personas acuden cada año a participar, fieles a la misma. Eso sí, deberán hacer acto de presencia con traje típico y albarcas como calzado. Es ésta, sin duda, una de las citas obligadas para los amantes de la tradiciones.
Los andarines efectuarán diversas paradas en los pueblos de Riocorvo, Yermo, Corral y San Miguel de Cohicillos, para efectuar el avituallamiento necesario. A su llegada al alto de San Cipriano serán recibidos por el Coro Ronda Besaya quien ofrecerá lo mejor de su repertorio con canciones de la tierruca. Asimismo y para que la tradición continúe será degustado entre los asistentes, garbanzos con callos.
Un año más, los romeros, hombres, mujeres y niños participarán en la ascensión provisto también de blusones, pañuelos rojos anudados al cuello y a la espalda, fajas, cachavas y, sobre todo, albarcas.
Al día siguiente, el sábado, es San Cipriano, un día grande y mágico para los miles de romeros que aman y sienten esta fiesta. Al dicho popular de ‘Un año más, nos vemos en la pradera’, una ingente multitud llegada de toda la comarca y del resto de Cantabria, se dará cita en aquel bello y agreste paraje. Eso sí, ataviados con blusón, vara de avellano, pañuelo rojo al cuello y bota de vino.
Se desplazarán con el ánimo de bailar, beber en la fuente, disfrutar de un buen bocadillo y de las viandas familiares: tortilla de patata y filete empanado y por supuesto, de los amigos. Todo ello con sana alegría y en un muy buen ambiente.
Las tradiciones se cumplen en esta fiesta como en pocas y se traspasan de padres a hijos. El asistir acompañados de burro y cuévanos es ya una tradición centenaria. Lo bonito es observar como la juventud recoge el testigo y completa una estampa que no por vista, resulta francamente peculiar y atractiva.
al finalizar la ceremonia religiosa, degustar el blanco en los puestos de la pradera, asistir a los bailes regionales, dejarse acompañar por el bello sonido del pito, tambor, gaitas y panderetas y cantos regionales, la adquisición de las típicas rosquillas para exhibirlas en el extremo de la vara de avellano, resulta particularmente emocionante para todos.baile de los picayos , esta festividad de San Cipriano es algo muy especial. Acompañar al santo en sus últimos metros de ascensión hasta la ermita, escuchar la santa misa, disfrutar de la cohetería y del Cartes, y por supuesto Torrelavega, Mazcuerras, del Mar Santillana, ReocínEso sí, para los vecinos de los municipios de