cataluña

Puigdemont: "No volví a Catalunya para que me detuvieran"

El expresidente de la Generalitat de Catalunya Carles Puigdemont interviene en un acto de bienvenida organizado por entidades independentistas en el paseo Lluís Companys, a 8 de agosto de 2024, en Barcelona, Catalunya (España). Firma: David Zorrakino / Europa Press
El expresidente de la Generalitat, ha declarado que su regreso a Cataluña no fue para ser detenido, sino para ejercer lo que él define como su derecho a resistir la "opresión" de los jueces

Carles Puigdemont, el expresidente de la Generalitat, ha declarado que su regreso a Cataluña no fue para ser detenido, sino para ejercer lo que él define como su derecho a resistir la "opresión" de los jueces que, en su opinión, están actuando en contra de la Ley de Amnistía​. En un artículo publicado este viernes en el portal 'Politico' y recogido por Europa Press, Puigdemont subrayó: "No volví a Catalunya para que me detuvieran, volví para ejercer el derecho a resistir la opresión" que atribuye a los jueces del Tribunal Supremo.

Puigdemont ha criticado que los magistrados que pretenden juzgarlo están, según él, "negándose a aplicar una ley democrática", lo que califica como una forma de opresión que ningún demócrata debería tolerar. Sus declaraciones llegan en un momento de alta tensión política y judicial en España, donde la aplicación de la Ley de Amnistía ha generado controversias y divisiones tanto en el ámbito judicial como en el político.

El exmandatario catalán relató su huida tras el discurso que ofreció en el Arc de Triomf de Barcelona justo antes  del pleno de investidura del Parlament, describiéndola como una operación complicada. Comparó el despliegue policial de los Mossos d'Esquadra durante su fuga con el operativo tras los atentados yihadistas de Barcelona y Cambrils en 2017, una afirmación que seguramente generará polémica.

Puigdemont también afirmó que si hubiera intentado entrar en el Parlament como tenía previsto inicialmente, habría sido equivalente a entregarse a las autoridades judiciales, las cuales, según él, "carecen de autoridad legal" para perseguirlo. Sostiene que los jueces están violando tanto las normas internacionales como la legislación aprobada por el Congreso de los Diputados.

En cuanto a los detalles de su fuga, Puigdemont aclaró que no se escondió en el maletero de un coche, como se había especulado, sino que se sentó en la parte trasera de un vehículo privado que lo condujo hacia la frontera con Francia. Ahora, su esperanza es que "un día la justicia vuelva a los tribunales españoles y los jueces respeten una ley aprobada", lo que le permitiría regresar definitivamente a su país.

La Ley de Amnistía, que ha sido el eje de las disputas entre el Gobierno español y los tribunales, sigue siendo un tema candente. Puigdemont ha señalado que esta ley debería aplicarse de manera completa y que cualquier resistencia a su aplicación es una muestra de la lucha política que aún persiste en España. El expresidente de la Generalitat ve en su retorno y resistencia un acto de desafío contra lo que considera un abuso de poder judicial.

Este nuevo episodio en la saga de Carles Puigdemont añade más leña al fuego en el ya complejo escenario político español, donde las diferencias entre el poder ejecutivo, legislativo y judicial parecen estar lejos de resolverse.