Restaurante El Remedio: un refugio gastronómico en Cantabria
Ubicado en una pequeña colina junto a una ermita del siglo XIX, el restaurante El Remedio se erige como un oasis gastronómico en Cantabria. Con su cocina abierta y un jardín que ofrece vistas inigualables a los acantilados del mar Cantábrico, este restaurante no solo promete una comida deliciosa, sino una experiencia sensorial completa.
Ubicación de ensueño
El restaurante El Remedio se encuentra en un lugar privilegiado, una pequeña colina que alberga una ermita del siglo XIX. Desde su amplio jardín, los visitantes pueden disfrutar de impresionantes vistas tanto al mar Cantábrico como a las montañas que lo rodean. Esta ubicación única ofrece un entorno perfecto para una velada inolvidable.
Cocina abierta y transparente
Detrás de una amplia cristalera que rodea la cocina, se puede observar al chef y a su equipo en plena acción. Este diseño no solo permite a los comensales ver la elaboración de sus platos, sino que también refuerza el compromiso del restaurante con la transparencia y la calidad.
Productos de temporada y pescados del día
La prioridad de El Remedio es utilizar productos de temporada, seleccionados cuidadosamente por el chef. Los pescados del día, que varían según la captura en la lonja, son una auténtica delicia. "Los dos mejores platos que probamos fueron los de pescado", comentan los visitantes habituales. Además, los clientes pueden encargar mariscos y arroces, ampliando aún más la oferta gastronómica del restaurante.
Cocina saludable y sabores nítidos
El Remedio ofrece una cocina saludable que respeta el producto y la tierra, sin renunciar a la innovación. Los platos, elaborados con productos frescos y de calidad, son una oda a los sabores nítidos y contundentes, llenos de matices que despiertan todos los sentidos. “El Remedio representa un homenaje al producto y la tierra”, asegura el chef Samuel Fernández.
Una experiencia sensorial completa
Comer en El Remedio es una experiencia que va más allá del simple acto de comer. Es una celebración de la cultura gastronómica de Cantabria, donde cada detalle está cuidadosamente pensado para que los comensales se sientan como en casa. La selección de vinos y el entorno acogedor contribuyen a crear una velada que permanecerá en el recuerdo.