Fiestas Cantabria

Laredo da la bienvenida a su Semana Grande con un explosivo inicio y el ritmo de Camela

La tradicional Alameda Miramar se convirtió en el epicentro de la fiesta, donde miles de personas, tanto locales como visitantes, se reunieron para disfrutar de la primera gran jornada festiva.
La histórica villa de Laredo arrancó su Semana Grande con un vibrante chupinazo y un concierto de Camela, atrayendo a miles de personas que llenaron la Alameda Miramar en una jornada que marca el comienzo de siete días de intensas celebraciones.

 

 Laredo, un rincón de Cantabria que siempre ha sabido celebrar la vida con pasión, ha dado comienzo a su esperada Semana Grande de una manera que "quien bien te quiere te hará llorar", como dice el refrán, pero en este caso, de pura alegría. La tradicional Alameda Miramar se convirtió en el epicentro de la fiesta, donde miles de personas, tanto locales como visitantes, se reunieron para disfrutar de la primera gran jornada festiva.

El chupinazo, ese estallido de júbilo y tradición, marcó el inicio oficial de las festividades.

 

El chupinazo, ese estallido de júbilo y tradición, marcó el inicio oficial de las festividades. Segundos después, el cielo se iluminó y los corazones de los laredanos latieron al unísono. Y como no podía ser de otra manera, el alcalde de Laredo, Miguel González González, fue el encargado de encender la mecha de esta celebración. Acompañado por la consejera de Presidencia y presidenta en funciones del Gobierno de Cantabria, Isabel Urrutia, y por los siempre laboriosos carrocistas de la Batalla de Flores, González subió al escenario para dirigirse al público.

El alcalde también aprovechó la ocasión para destacar el “encomiable trabajo” realizado desde el área de Festejos.

El que la sigue la consigue”, afirmó el regidor, refiriéndose al arduo trabajo realizado para organizar esta primera Semana Grande de Laredo, un evento que “ha venido para quedarse”. Con una mezcla de orgullo y emoción, González recordó que se ha trabajado con esmero para que este sea un evento "inolvidable", no solo para los vecinos, sino también para los numerosos visitantes que se acercan a la villa en estas fechas.

El alcalde también aprovechó la ocasión para destacar el "encomiable trabajo" realizado desde el área de Festejos, dirigido por el concejal Alberto Alvarado, y agradeció la "implicación y el buen comportamiento" de todos los presentes en este primer día de fiesta. Como colofón de su intervención, lanzó un enérgico “¡Viva Laredo, viva Cantabria, viva la Semana Grande y viva la Batalla de Flores!”, desatando el entusiasmo de la multitud.

Después del emotivo pregón, el grupo madrileño Camela subió al escenario para ofrecer un concierto que no dejó a nadie indiferente.

Después del emotivo pregón, el grupo madrileño Camela subió al escenario para ofrecer un concierto que no dejó a nadie indiferente. Con su inconfundible estilo de techno-rumba, el dúo logró conectar con el público desde el primer acorde. "No hay atajo sin trabajo", y Camela demostró una vez más por qué siguen siendo un referente en la música española, ofreciendo una actuación cargada de energía y nostalgia.

La Alameda Miramar y sus alrededores se convirtieron en un hervidero de emociones. Los asistentes, algunos venidos de distintos rincones de Cantabria y otros de comunidades vecinas, no dejaron de cantar y bailar al son de éxitos que han marcado generaciones. "A quien madruga, Dios le ayuda", y aquellos que se acercaron temprano al recinto para asegurar su lugar, fueron recompensados con una velada inolvidable.

La Alameda Miramar y sus alrededores se convirtieron en un hervidero de emociones. Los asistentes, algunos venidos de distintos rincones de Cantabria y otros de comunidades vecinas, no dejaron de cantar y bailar .

Con este espectacular inicio, Laredo pone en marcha una Semana Grande que promete ser "más vale tarde que nunca", un evento que quedará grabado en la memoria de todos los asistentes. Pero esto solo es el principio. Aún quedan muchos días de celebración, cargados de actividades, música y, por supuesto, la espectacular Batalla de Flores, que una vez más llenará de color y magia las calles de la villa.

Que no se diga que "no por mucho madrugar amanece más temprano". Laredo ha demostrado que cuando se trata de fiesta y tradición, sabe hacerlo bien. ¡Larga vida a la Semana Grande y a su inigualable espíritu festivo!