Veto

El Congreso elimina la capacidad del Senado para rechazar los presupuestos

La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero. Fernando Sánchez
El Congreso ha aprobado la ley de paridad, eliminando al Senado la capacidad de vetar los presupuestos, medida criticada por el Partido Popular como inconstitucional.

El Congreso ha decidido definitivamente limitar al Senado la capacidad de rechazar los Presupuestos Generales del Estado a través de la reciente ley de paridad. Este martes, la Cámara Baja aprobó de manera final una enmienda que retira a la Cámara Alta la facultad de devolver al Gobierno la senda de déficit, un procedimiento incluido en una ley destinada originalmente a asegurar la presencia de mujeres en posiciones de poder.

La vicepresidenta del Gobierno, María Jesús Montero, ha declarado que el Ejecutivo espera tener "en tiempo y forma" los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2025. Este cambio legislativo, promovido por PSOE y Sumar, surgió después de que el veto del Senado se convirtiera en un obstáculo significativo para la aprobación de los presupuestos de 2024 durante el mandato del presidente Pedro Sánchez.

Montero aseguró que el Gobierno ya está trabajando en los presupuestos para 2025, tras haber presentado recientemente los objetivos de deuda y déficit para los próximos años y el techo de gasto. La vicepresidenta subrayó que el Ejecutivo confía en reunir los apoyos necesarios para aprobar los presupuestos al final del verano.

Durante el debate en el Congreso, la diputada del Partido Popular, Patricia Rodríguez, criticó al Gobierno por lo que consideró una maniobra inconstitucional. Rodríguez calificó la incorporación de esta reforma a la ley de estabilidad presupuestaria como una "aberración legislativa", acusando al Ejecutivo de instrumentalizar la ley de paridad para favorecer al presidente Sánchez.

El texto final de la ley establece listas electorales en formato "cremallera" y fija una cuota mínima del 40 % para cada sexo en altos cargos de empresas y en órganos de relevancia constitucional. No obstante, este porcentaje podrá ser superado cuando el género predominante sea el femenino.