ECONOMÍA

Incertidumbre y tensiones: el complejo juego de poder detrás de la propuesta de adquisición del Banco Sabadell por parte del BBVA

Los directivos del Sabadell y BBVA. / Alerta

La fusión entre BBVA y Banco Sabadell se ha convertido en un campo de batalla donde las estrategias se entrecruzan y los desafíos son monumentales, con el futuro del sector bancario español en la cuerda floja

El tenso panorama financiero español se ve sacudido por la osada propuesta de adquisición del Banco Sabadell por parte del gigante bancario BBVA. Lo que en un principio parecía una estratégica maniobra para diversificar la cartera y reducir la exposición a mercados volátiles, se ha transformado en un complejo juego de poder entre intereses económicos, regulatorios y políticos.

BBVA, ansioso por asegurar el éxito de su oferta, ha intensificado su campaña de persuasión hasta las alturas más altas de la jerarquía, con el presidente, Carlos Torres Vila, y miembros destacados del consejo de administración liderando la promoción de su propuesta. Su objetivo es evidente: cambiar la percepción del público y generar un ambiente más favorable que allane el camino hacia la adquisición del Sabadell.

Sin embargo, los desafíos que enfrentan son considerables. La resistencia inicialmente tibia pero ahora más marcada del Gobierno central, junto con el rechazo de una sociedad catalana preocupada por posibles repercusiones laborales y financieras, plantean serias interrogantes. La reducción de la prima sobre el precio actual de la acción del Sabadell al 7,3%, comparado con el atractivo inicial del 30%, refleja la incertidumbre que rodea a esta operación.

En este tenso escenario, la clave reside en la respuesta de los accionistas del Sabadell. Se espera que exijan una mejora sustancial de la oferta, preferiblemente en efectivo, lo que requeriría una audaz movida por parte del BBVA, posiblemente a través de una ampliación de capital. Sin embargo, el presidente de BBVA ha descartado esta opción en principio, lo que podría complicar aún más las negociaciones.

Además de la aprobación de los accionistas, la oferta deberá sortear el escrutinio de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), cuyo veredicto no parece estar garantizado dada la significativa concentración de mercado que resultaría de la fusión. La posible intervención del Banco Central Europeo (BCE) también añade un elemento de incertidumbre, ya que la operación podría contravenir los principios de competencia y concentración bancaria en el ámbito europeo.

En este complicado tablero, el BBVA se enfrenta a un desafío sin precedentes en el panorama bancario español. La venta de su filial turca, Garanti, como estrategia para mejorar su oferta, es una opción sobre la mesa, pero presenta sus propios desafíos dada la coyuntura económica y política en Turquía.

En definitiva, la operación de compra del Sabadell por parte del BBVA se presenta como un pulso entre intereses económicos, regulatorios y políticos, con un desenlace incierto. Mientras tanto, la comunidad financiera y el público en general permanecen expectantes ante el desenlace de esta batalla que podría redefinir el mapa bancario español y, posiblemente, tener repercusiones más amplias en el panorama financiero europeo.