Educación

Cantabria prohibirá el uso móvil de cara al curso 2024/2025

Dos personas usan el teléfono móvil. / David Zorrakino

Silva ha subrayado que no se trata de "prohibir en términos generales, sino de educar" y este paso, que "va o pudiera parecer que va en la medida de la prohibición", va encaminado a "mejorar la convivencia en el centro"

La próxima temporada escolar 2024-2025 en Cantabria estará marcada por una importante medida: la prohibición del uso de teléfonos móviles tanto en colegios como en institutos. El anuncio fue realizado por el consejero de Educación y Formación Profesional, Sergio Silva, quien explicó que la idea es evitar que los estudiantes lleven físicamente sus dispositivos móviles a los centros educativos. En el caso de los institutos, se recomienda mantener los móviles apagados en la medida de lo posible, aunque no se prohíbe su presencia.

El Gobierno regional también instó a los centros educativos a extender estas medidas no solo a los alumnos, sino a todo el personal de la comunidad educativa. En cuanto a la organización para controlar esta prohibición, se dejará cierta "autonomía" a los centros, considerando las diversas realidades que existen.

En algunos centros educativos, se han implementado prácticas como depositar los móviles en una caja al entrar al aula, mientras que otros utilizan taquillas fuera de las clases. El objetivo principal de esta medida es mejorar la convivencia en los centros y educar a los estudiantes sobre el uso responsable de la tecnología.

Los colegios serán declarados 'espacios libres de uso de dispositivos digitales', lo que implica la prohibición de llevar móviles y otros dispositivos digitales, excluyendo las tablets de uso educativo. En los institutos, se prohíbe el uso del móvil durante las clases y en los recreos, salvo que esté programado para un uso educativo específico.

Respecto a la digitalización en el aula, se mantendrá la estrategia de progresividad, evitando enviar pantallas digitales interactivas por debajo del primer ciclo de Primaria. El consejero destacó que la competencia digital es clave y debe adquirirse progresivamente.

Aunque algunos padres puedan estar preocupados por no poder localizar a sus hijos, los centros tienen autonomía organizativa y podrán introducir medidas disciplinarias en caso de incumplimiento de esta normativa.

Esta decisión surge tras un proceso de reflexión que incluyó encuestas, consultas con directores de centros educativos, alumnos, familias y sindicatos. El consejero considera que es hora de dar un paso más en la regulación del uso de dispositivos móviles en las escuelas, respondiendo a las preocupaciones sobre la exposición excesiva a las pantallas y las redes sociales entre los estudiantes.