Albares evita calificar a Maduro de dictador y critica al PP por su postura sobre Venezuela
El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España, José Manuel Albares, ha señalado que la decisión del Gobierno de Nicolás Maduro de convocar al embajador español en Caracas, Ramón Santos, así como a la embajadora venezolana en Madrid, Gladys Gutiérrez, es una "decisión soberana". Este acto diplomático responde a las declaraciones emitidas por la ministra de Defensa, Margarita Robles, quien calificó al régimen venezolano como una "dictadura". A raíz de esta situación, el Gobierno de Venezuela ha manifestado su malestar, lo que ha desencadenado un nuevo episodio en las tensiones entre ambos países.
Al ser preguntado por la crisis diplomática entre España y Venezuela, Albares evitó profundizar en las palabras de Robles, mencionando que no es "catedrático de Derecho Constitucional ni politólogo". En lugar de entrar en una discusión sobre la clasificación del régimen venezolano, el ministro optó por destacar que Venezuela es un "país hermano" y que el Gobierno español buscará mantener "las mejores relaciones posibles" con la nación sudamericana. Esta respuesta subraya la postura del Ejecutivo español de no querer agravar el conflicto diplomático, prefiriendo una política de diálogo y cooperación con Venezuela.
En relación con el Partido Popular (PP), Albares lanzó críticas a la formación liderada por Alberto Núñez Feijóo, instando a sus miembros a dejar de referirse a Venezuela como una dictadura. Además, el ministro planteó una comparación al señalar que el PP no califica de la misma manera a la dictadura de Franco, a la que, según él, deberían reconocer con claridad. "Que apoyen al Gobierno en la Ley de Memoria Democrática en lugar de dejarse vampirizar por Vox", reclamó el ministro. En este contexto, Albares subrayó la importancia de que los populares tomen una postura coherente respecto al pasado histórico de España y colaboren en iniciativas como la mencionada ley.
Por otro lado, el ministro calificó como "alocada, precipitada e irresponsable" la propuesta presentada por el PP para reconocer a Edmundo González Urrutia como presidente legítimo de Venezuela. Según Albares, dicha propuesta no está basada en un análisis cuidadoso de la situación y solicitó que "se exhiban las actas" para reflejar la voluntad del pueblo venezolano tras las elecciones del 28 de julio. Esta exigencia pone de relieve la posición del Gobierno español de no tomar decisiones unilaterales en asuntos de política exterior, sino de esperar a que se aclaren los resultados de procesos electorales.
El rifirrafe entre España y Venezuela parece haber escalado tras las declaraciones de Margarita Robles, aunque desde el Ejecutivo español se busca mitigar la situación a través de un enfoque diplomático y de no confrontación directa. No obstante, las diferencias internas entre los partidos políticos españoles, en especial entre el Gobierno y el PP, complican aún más el panorama.