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"Me dan asco los políticos que tenemos", el desgarrador testimonio de Miguel Ángel Tobías

Miguel Ángel Tobías durante una charla TED. / X
"Han matado a mi papá": Miguel Ángel Tobías revive el horror de presenciar un asesinato de ETA

El conocido director y productor audiovisual Miguel Ángel Tobías, ha alzado la voz con una dureza y emoción palpables al recordar uno de los momentos más traumáticos de su vida, vivido cuando apenas tenía 13 años. Testigo directo de un brutal asesinato a manos de ETA, Tobías ha dejado claro su profundo rechazo a las recientes medidas que favorecen la reducción de penas para los presos de la banda terrorista.

"No me parece tremendo que vayan a salir antes de la cárcel, me parece tremendo que vayan a salir de la cárcel alguna vez", dijo con una indignación que resonaba en cada palabra. En una conversación emotiva y cruda con el periodista Alberto Herrera, Tobías relató cómo presenció el asesinato de un joven policía nacional de 28 años, quien, acompañado de su hija de tan solo cuatro años, fue abatido por tres encapuchados. "Vi cómo lo mataban a cinco metros de mí. La niña se quedó gritando: 'Han matado a mi papá'", recuerda, con una tristeza que sigue marcando su vida hasta el día de hoy.

La impunidad de los terroristas: "Nunca pagarán por sus crímenes"

Con 41 años transcurridos desde aquel fatídico día, Miguel Ángel Tobías compartió el impacto de volver a hablar con la viuda del policía y con su hija, ya adulta, 28 años después del asesinato. "Siento vergüenza de mi país y de los políticos que tenemos", afirma, sin ocultar su descontento ante un sistema que, según él, favorece la salida de los asesinos de ETA antes de cumplir sus condenas completas.

 

Para Tobías, es incomprensible que un individuo que asesinó a sangre fría, como muchos de los miembros de la banda, pueda volver a caminar libre alguna vez. "Si alguien que ha matado a 13 personas, como algunos de los que van a salir, no paga ni en 13 vidas por lo que ha hecho", sentenció, cuestionando duramente la integridad del sistema judicial que ha permitido este tipo de beneficios.

Una historia familiar marcada por la violencia de ETA

El relato de Miguel Ángel Tobías no se detiene en lo vivido aquel día en las calles de Salamanca. La sombra del terrorismo de ETA también tocó de cerca a su propia familia. Su padre fue víctima de varios intentos de asesinato por parte de la banda, incluyendo un atentado fallido con una bomba en el ascensor de su casa. "Tuvieron suerte de que no se accionara", narra Tobías, quien también recuerda cómo su familia vivió años bajo la constante amenaza de la banda terrorista, protegidos únicamente por escoltas que se convirtieron en parte de su día a día.

Este sufrimiento personal, compartido por tantas víctimas del terrorismo en España, hace que Tobías se rebele contra los que hoy minimizan las atrocidades de ETA. Denuncia con vehemencia cómo algunas personas llaman "fascistas" a figuras como su padre, simplemente por recordar la brutalidad de aquellos años oscuros. "Estamos involucionando", sentencia Tobías, refiriéndose a la falta de justicia y al giro ideológico que permite que se liberen a asesinos confesos.

Vergüenza y frustración ante la clase política

El testimonio de Miguel Ángel Tobías es, en última instancia, una profunda crítica al estado actual de la política en España. Con las emociones a flor de piel, expresa su frustración ante un sistema que parece haber olvidado las heridas del terrorismo, y que, según él, premia la barbarie con salidas anticipadas de prisión. "Estamos en el chiste de oír a los políticos decir: 'es que ya han pagado'", exclamó, cuestionando cómo se puede siquiera considerar que estos criminales hayan "pagado" por sus actos.

En un momento donde la memoria histórica se debate en muchas esferas, Tobías pide justicia para las víctimas del terrorismo y condena cualquier intento de rehabilitar públicamente a aquellos que tomaron vidas inocentes. Su testimonio es un recordatorio de que, para muchos, las cicatrices del terrorismo siguen abiertas y dolorosamente presentes. ¿Cómo puede la sociedad española hablar de perdón, cuando los asesinos apenas han cumplido sus condenas? Esa es la pregunta que Miguel Ángel Tobías, y muchos como él, siguen haciéndose.